Por supuesto que había otras alternativas, o al  menos no haber apostado solo por la burbuja del ladrillo  liberando  el precio de todo el sector  de la construcción, con la que se han forrado de millones los especuladores inmobiliarios  a costa de los novecientos mil millones de euros de deuda  que tenemos con el exterior  y  de la situación de paro que estamos sufriendo  en la actualidad.

Había otras alternativas de crecimiento con más futuro, como por ejemplos  las energías renovables y nunca mejor dicho que en esta ocasión  por las razón del anuncio  del gobierno de la subida de la luz por la gran deuda que tenemos por confiar solo en las plantas nucleares  tan cuestionadas en el mundo  por  el accidentes de Fuskushima en el Japón

España es  uno de los países que más horas de sol recibimos al año y en vez de  invertir cerca de un  billón de euros  en construir más viviendas en nuestro país  que en el Reino Unido, Alemania y  Francia juntas,  si se hubiesen invertido dicha deuda en plantas de energías limpias y renovables ahora no estaríamos en la situación de emergencia  financiera en la que estamos.