Los humoristas Vicente Ruidos y Toni Rodríguez llenan el aforo del cine-teatro Salón Modelo
Literalmente, no cabía un alfiler. Y el promotor del evento, J. Antonio Borreguero, tuvo que controlar que no se colase más gente de la debida. Por tanto, respuesta masiva a este Festival Cómico, a cargo de los humoristas Vicente Ruídos y Toni Rodríguez.
El primero, haciendo gala de su nombre, se convirtió en el hombre –
onomatopeya de la noche, imitando todo tipo de vehículos y sonidos cotidianos.
Pero la carcajada más sonora, y prolongada, fue para el gaditano Toni
Rodríguez, que salió al escenario con su inconfundible camiseta con los colores
del Cádiz C.F. “Es que me hace más delgado”, comentaba en el camerino, antes de
salir a escena. Rodríguez y Ruídos, que venían de hacer “un bolo” en Bilbao,
dijeron que en la actualidad, debido a la crisis, el humor es más necesario que
nunca. “Nos reímos de lo que está pasando, como cuando decimos que hemos
comprado un DVD, y hemos tenido que financiarlo a cinco años”.
También hubo
guiños a Fuente del Maestre , en palabras de T. Rodríguez: “Hemos cenado muy
bien en Casa Diegui, con esas croquetas en su punto por fuera y ardiendo por
dentro; no, en serio, exquisitas…”. O su sección de “preguntas sin respuestas”:
“Si una pareja de esquimales se divorcia, ¿es correcto decir que se ha enfriado
la relación?.... Si meto el libro gordo de los Guinnes en la batidora, ¿soy yo
el que está batiendo todos los records?.. Si hago el amor con una muñeca
hinchable, con preservativo, ¿se puede decir que ella lo está haciendo a
pelo?...Y, la gran pregunta que nos hacemos los españoles, ¿en Rumania vive
alguien?, es que están todos aquí”. En definitiva, todo un derroche de ingenio
para una noche desternillante y un público entregado.
El primero, haciendo gala de su nombre, se convirtió en el hombre –
onomatopeya de la noche, imitando todo tipo de vehículos y sonidos cotidianos.
Pero la carcajada más sonora, y prolongada, fue para el gaditano Toni
Rodríguez, que salió al escenario con su inconfundible camiseta con los colores
del Cádiz C.F. “Es que me hace más delgado”, comentaba en el camerino, antes de
salir a escena. Rodríguez y Ruídos, que venían de hacer “un bolo” en Bilbao,
dijeron que en la actualidad, debido a la crisis, el humor es más necesario que
nunca. “Nos reímos de lo que está pasando, como cuando decimos que hemos
comprado un DVD, y hemos tenido que financiarlo a cinco años”.
También hubo
guiños a Fuente del Maestre , en palabras de T. Rodríguez: “Hemos cenado muy
bien en Casa Diegui, con esas croquetas en su punto por fuera y ardiendo por
dentro; no, en serio, exquisitas…”. O su sección de “preguntas sin respuestas”:
“Si una pareja de esquimales se divorcia, ¿es correcto decir que se ha enfriado
la relación?.... Si meto el libro gordo de los Guinnes en la batidora, ¿soy yo
el que está batiendo todos los records?.. Si hago el amor con una muñeca
hinchable, con preservativo, ¿se puede decir que ella lo está haciendo a
pelo?...Y, la gran pregunta que nos hacemos los españoles, ¿en Rumania vive
alguien?, es que están todos aquí”. En definitiva, todo un derroche de ingenio
para una noche desternillante y un público entregado.