La APM se solidariza con los compañeros del Diario HOY ante el anuncio de un ERE · Asociación de la Prensa de Mérida
La Asociación de la Prensa de Mérida (APM) se solidariza con los periodistas y trabajadores del Diario HOY que van a ser despedidos mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afecta a un 40 por ciento aproximadamente de la plantilla de este veterano medio de comunicación.
El anuncio de esta medida justamente cuando este diario realiza una política expansiva, mediante la creación de numerosas cabeceras comarcales, resulta cuando menos insólita y paradójica, máxime cuando al parecer se prevé el cierre de la Delegación de Plasencia, asentada desde hace más de dos décadas en la cuarta ciudad de la región, dejando en la calle a todos los profesionales que trabajan en ella.
Esta drástica reducción de personal va a suponer una sobrecarga de trabajo para el resto de los periodistas del diario y, en consecuencia, una merma en la calidad del producto informativo final.
La reducción de periodistas en las redacciones, la rebaja de los sueldos de los que se quedan, así como las subsiguientes contrataciones en precario, ponen en peligro el periodismo libre y democrático, y en definitiva, la propia libertad de expresión, sobre todo cuando solamente hay dos cabeceras diarias de papel prensa en los quioscos.
SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO,
SIN PERIODISMO NO HAY DEMOCRACIA
La Asociación de la Prensa de Mérida (APM) se solidariza con los periodistas y trabajadores del Diario HOY que van a ser despedidos mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afecta a un 40 por ciento aproximadamente de la plantilla de este veterano medio de comunicación.
El anuncio de esta medida justamente cuando este diario realiza una política expansiva, mediante la creación de numerosas cabeceras comarcales, resulta cuando menos insólita y paradójica, máxime cuando al parecer se prevé el cierre de la Delegación de Plasencia, asentada desde hace más de dos décadas en la cuarta ciudad de la región, dejando en la calle a todos los profesionales que trabajan en ella.
Esta drástica reducción de personal va a suponer una sobrecarga de trabajo para el resto de los periodistas del diario y, en consecuencia, una merma en la calidad del producto informativo final.
La reducción de periodistas en las redacciones, la rebaja de los sueldos de los que se quedan, así como las subsiguientes contrataciones en precario, ponen en peligro el periodismo libre y democrático, y en definitiva, la propia libertad de expresión, sobre todo cuando solamente hay dos cabeceras diarias de papel prensa en los quioscos.
SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO,
SIN PERIODISMO NO HAY DEMOCRACIA






















