Hernández Carrón aboga por humanizar la relación médico-paciente para que el proceso de información derive en confianza
El consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha abogado por una humanización de la relación médico-paciente, para que la información que el facultativo ofrece al usuario no se traduzca sólo en una entrega de cuantiosa documentación, sino también en una implicación personal que derive en una confianza en su persona.
“Muchas veces la sensación de un paciente es la de estar
literalmente en manos de su médico”, por lo que, “qué mejor sistema que
aquél en el que la persona en cuyas manos estás te informe y aconseje
bajo su leal saber y entender”, ha afirmado Hernández Carrón durante la
inauguración de la jornada “Consentimiento informado del paciente”,
organizada por el Colegio Oficial de Médicos de Badajoz en la capital
pacense.
En su intervención, el consejero ha explicado que la labor de
informar “no debe convertirse en una práctica limitada a la entrega de
cuantiosa documentación ilegible con todo tipo de consecuencias para
cualquier tipo de intervención”.
A su juicio, la obtención del consentimiento no es una técnica de
defensa jurídica contra una eventual responsabilidad, sino que requiere
“implicación personal, conocer a la persona, su manera de entender y
comprender”.
“Informar es precisamente eso, hacer entender, y eso requiere un plus
de aquella humanización a la que me refiero”, ha apuntado el consejero.
Según ha manifestado Carrón, la humanización de la relación
médico-paciente, en la que cree como gestor, como persona y como
paciente, es una apuesta de la administración sanitaria extremeña, de
ahí la idoneidad de las jornadas que se celebran en la ciudad de
Badajoz.
SUPERACIÓN DEL PATERNALISMO
Hernández
Carrón ha aludido también a la superación del tradicional principio de
la actividad médica sobre la base de la beneficencia, asentado sobre la
máxima de “todo por el paciente, pero sin el paciente”, que implicaba
actuar con una finalidad curativa incluso, si fuera preciso, al margen
de la voluntad de los enfermos.
Esa superación, ha añadido, ha quedado patente por la jurisprudencia y
por la propia normativa, dado que la Ley de Información Sanitaria y
Autonomía del Paciente de Extremadura define el consentimiento informado
como “la conformidad expresa del paciente, manifestada de forma
voluntaria y libre, previa obtención de la información adecuada con
tiempo suficiente, para la realización de cualquier actuación relativa a
su salud”.
Ese derecho, ha recordado Hernández Carrón, ha sido recientemente
elevado a la categoría de derecho fundamental recogido en la
Constitución en la sentencia del Tribunal Constitucional 37/2011, de 28
de marzo.
Por ello, ha subrayado, la relación médico-paciente exige considerar a
éste como un agente moral autónomo capaz de decidir sobre su futuro en
distintos órdenes de la vida, incluida la actividad curativa, “dejando a
un lado ese paternalismo o perfeccionismo estatal y abriéndose paso
hacia un principio de libertad y autonomía” que configuran el
consentimiento informado como un requisito de legitimación de la
intervención médica.
“Muchas veces la sensación de un paciente es la de estar literalmente en manos de su médico”, por lo que, “qué mejor sistema que aquél en el que la persona en cuyas manos estás te informe y aconseje bajo su leal saber y entender”, ha afirmado Hernández Carrón durante la inauguración de la jornada “Consentimiento informado del paciente”, organizada por el Colegio Oficial de Médicos de Badajoz en la capital pacense.
En su intervención, el consejero ha explicado que la labor de informar “no debe convertirse en una práctica limitada a la entrega de cuantiosa documentación ilegible con todo tipo de consecuencias para cualquier tipo de intervención”.
A su juicio, la obtención del consentimiento no es una técnica de defensa jurídica contra una eventual responsabilidad, sino que requiere “implicación personal, conocer a la persona, su manera de entender y comprender”.
“Informar es precisamente eso, hacer entender, y eso requiere un plus de aquella humanización a la que me refiero”, ha apuntado el consejero.
Según ha manifestado Carrón, la humanización de la relación médico-paciente, en la que cree como gestor, como persona y como paciente, es una apuesta de la administración sanitaria extremeña, de ahí la idoneidad de las jornadas que se celebran en la ciudad de Badajoz.
SUPERACIÓN DEL PATERNALISMO
Hernández
Carrón ha aludido también a la superación del tradicional principio de
la actividad médica sobre la base de la beneficencia, asentado sobre la
máxima de “todo por el paciente, pero sin el paciente”, que implicaba
actuar con una finalidad curativa incluso, si fuera preciso, al margen
de la voluntad de los enfermos.
Esa superación, ha añadido, ha quedado patente por la jurisprudencia y por la propia normativa, dado que la Ley de Información Sanitaria y Autonomía del Paciente de Extremadura define el consentimiento informado como “la conformidad expresa del paciente, manifestada de forma voluntaria y libre, previa obtención de la información adecuada con tiempo suficiente, para la realización de cualquier actuación relativa a su salud”.
Ese derecho, ha recordado Hernández Carrón, ha sido recientemente elevado a la categoría de derecho fundamental recogido en la Constitución en la sentencia del Tribunal Constitucional 37/2011, de 28 de marzo.
Por ello, ha subrayado, la relación médico-paciente exige considerar a éste como un agente moral autónomo capaz de decidir sobre su futuro en distintos órdenes de la vida, incluida la actividad curativa, “dejando a un lado ese paternalismo o perfeccionismo estatal y abriéndose paso hacia un principio de libertad y autonomía” que configuran el consentimiento informado como un requisito de legitimación de la intervención médica.




















