El grupo Bon Voyage de Facebook realiza un viaje a Trujillo y Huerta de Ánimas
Este grupo, formado en su mayoría por componentes de la comarca de las Vegas Bajas, comenzó su andadura en las Redes Sociales en el mes de abril, con el objetivo de compartir fotografías y las experiencias vividas en sus viajes por Extremadura, España y el mundo, con la finalidad de servir a los componentes del mismo de programar viajes y vacaciones.
"Bon Voyage" está formado por ciento veinte componentes y a comienzos de diciembre, Petra María Cayetano Melara, su administradora, organizó un viaje cultural, en el que desde Montijo se viajó a la ciudad cacereña de Trujillo, para visitar el Museo Etnográfico Huerta de Ánimas, seguido de una visita guiada por el recinto amurallado de la ciudad medieval hasta el castillo, pasando por palacios, casonas, conventos e iglesias, en los que se percibe su historia que protagonizaron diversas familias organizadas en tres linajes importantes.
Tras el crecimiento del arrabal en torno a la iglesia de San Martín, marcó el principio desde la villa amurallada a la plaza, que ahora preside la estatua ecuestre de Pizarro. Junto a él, numerosos trujillanos contribuyeron a que la historia de la exploración, conquista y colonización de América estuviera unida a esta ciudad.
La comida se celebró en un popular restaurante situado en la plaza trujillana, donde al término de ella, los viajeros se entregaron al saludable y divertido juego del "amigo invisible", cerrando así un esplendido día marcado por la etnografía, la historia, la cultura, la buena convivencia y la diversión.
"Bon Voyage" está formado por ciento veinte componentes y a comienzos de diciembre, Petra María Cayetano Melara, su administradora, organizó un viaje cultural, en el que desde Montijo se viajó a la ciudad cacereña de Trujillo, para visitar el Museo Etnográfico Huerta de Ánimas, seguido de una visita guiada por el recinto amurallado de la ciudad medieval hasta el castillo, pasando por palacios, casonas, conventos e iglesias, en los que se percibe su historia que protagonizaron diversas familias organizadas en tres linajes importantes.
Tras el crecimiento del arrabal en torno a la iglesia de San Martín, marcó el principio desde la villa amurallada a la plaza, que ahora preside la estatua ecuestre de Pizarro. Junto a él, numerosos trujillanos contribuyeron a que la historia de la exploración, conquista y colonización de América estuviera unida a esta ciudad.
La comida se celebró en un popular restaurante situado en la plaza trujillana, donde al término de ella, los viajeros se entregaron al saludable y divertido juego del "amigo invisible", cerrando así un esplendido día marcado por la etnografía, la historia, la cultura, la buena convivencia y la diversión.





















