Ochenta y tres años después · Joaquín García Mayo · Getafe (Madrid)
El miércoles día 24 se cumple el 83 aniversario del más conocido “jueves negro” de 1929, en que se inicio la
mayor crisis mundial que el capitalismo haya conocido jamás. En esta
crisis que estamos sufriendo en la actualidad, se repite la
misma historia y en ambos casos por
invertir en activos tóxicos puestos
por los especuladores en los mercados.
En el año 1929 los que se arruinaron hasta el punto de suicidarse algunos de ellos, fueron los que invirtieron
sus millones en dichos activos y se
quedaron sin nada por que se devalúo tanto la moneda que llego a valer hasta quinientos mil marcos un bocadillo en
Alemania.
En esta
ocasión los que no tenían nada que jugar
en bolsa ni para poner de garantía para
comprase sus vivienda hipotecaron el valor económico de 20 o 30 años de su trabajo para comprar unas viviendas que no valían
ni un tercio de lo que ellos se hipotecaban para comprarlas.
Un trabajo que dependía de las
mismas viviendas que ellos estaban construyendo y cuando quebró el banco de Lehman Brothers
en los Estados Unidos los efectos de la explosión salpicaron a toda Europa y
con efecto más devastador en los millones de españoles que tenían hipotecado el esfuerzo de
su trabajo para hacerse con una vivienda.
El miércoles día 24 se cumple el 83 aniversario del más conocido “jueves negro” de 1929, en que se inicio la mayor crisis mundial que el capitalismo haya conocido jamás. En esta crisis que estamos sufriendo en la actualidad, se repite la misma historia y en ambos casos por invertir en activos tóxicos puestos por los especuladores en los mercados.
En el año 1929 los que se arruinaron hasta el punto de suicidarse algunos de ellos, fueron los que invirtieron sus millones en dichos activos y se quedaron sin nada por que se devalúo tanto la moneda que llego a valer hasta quinientos mil marcos un bocadillo en Alemania.
En esta ocasión los que no tenían nada que jugar en bolsa ni para poner de garantía para comprase sus vivienda hipotecaron el valor económico de 20 o 30 años de su trabajo para comprar unas viviendas que no valían ni un tercio de lo que ellos se hipotecaban para comprarlas.
Un trabajo que dependía de las mismas viviendas que ellos estaban construyendo y cuando quebró el banco de Lehman Brothers en los Estados Unidos los efectos de la explosión salpicaron a toda Europa y con efecto más devastador en los millones de españoles que tenían hipotecado el esfuerzo de su trabajo para hacerse con una vivienda.






















