El consejero de Agricultura insiste en la implantación de un modelo de desarrollo rural que potencie sinergias y elimine duplicidades e inversiones ineficaces
El consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri, ha insistido en la necesidad de modificar el modelo de desarrollo rural que se ha llevado a cabo en Extremadura en los últimos años y ha apostado por un modelo en el que “no puede haber de todo en todas partes” y en el que se potencien los servicios mancomunados y se eliminen las actuales duplicidades.
Así lo ha explicado José Antonio Echávarri en la inauguración del III
Congreso Internacional sobre Entorno Rural, que se celebra en la
localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar. “Con una denominación o
con otra, pero es evidente que necesitamos que haya sinergias sin
duplicar servicios”, ha recalcado el consejero. En este sentido, ha
afirmado que hay que “prescindir de aquello que no sea imprescindible;
apostar por la gestión eficaz y no por el derroche”.
UN MODELO GENERADOR DE RIQUEZA
A su juicio, a día de hoy resulta evidente que en la región se
implantó un modelo “ineficaz” que pasaba por “mantener de forma
absolutamente artificial las poblaciones rurales, a base de subsidios
permanentes y generalizados, sin prestar atención al tejido productivo”.
Se trataba, en definitiva, de “tener de todo en todas partes sin pensar
en las consecuencias que esto podía tener en un momento de penuria
económica como el que atravesamos”. Y ahora “resulta imposible mantener
todo cuanto se hizo”, ha añadido.
Frente a esto, ahora se trabaja en la implantación de un modelo
basado “en la generación de riqueza, en el establecimiento de empresas,
en la internacionalización, en la apuesta por la calidad, en descartar
lo superfluo y lo inútil, centrando los esfuerzos en aquello que pueda
producir y generar riqueza en el futuro”. Algo que “no se hace de la
noche a la mañana, porque estamos hablando de un cambio profundo del
modelo productivo”.
UNA REGIÓN EMINENTEMENTE RURAL
José Antonio Echávarri ha recordado que ésta es una comunidad
autónoma “eminentemente rural”. De hecho, aplicando los parámetros que
establece la Comisión Europea, “todo nuestro territorio menos Badajoz,
Cáceres, Mérida y Plasencia, son zonas rurales”. Esto condiciona la
acción política del Gobierno, que, ha dicho, “tiene que dirigir sus
esfuerzos, necesariamente, hacia el mundo rural, con sus ventajas y sus
inconvenientes”.
Por eso, las estrategias del Gobierno de Extremadura dedican buena
parte del presupuesto a las zonas rurales persiguiendo un doble
objetivo: “prestar servicios dignos a una población que por lo general
es dispersa, reducida, envejecida y demasiado masculina, y fijar
población joven y femenina como única garantía de pervivencia de las
poblaciones rurales”.
Así lo ha explicado José Antonio Echávarri en la inauguración del III Congreso Internacional sobre Entorno Rural, que se celebra en la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar. “Con una denominación o con otra, pero es evidente que necesitamos que haya sinergias sin duplicar servicios”, ha recalcado el consejero. En este sentido, ha afirmado que hay que “prescindir de aquello que no sea imprescindible; apostar por la gestión eficaz y no por el derroche”.
UN MODELO GENERADOR DE RIQUEZA
A su juicio, a día de hoy resulta evidente que en la región se implantó un modelo “ineficaz” que pasaba por “mantener de forma absolutamente artificial las poblaciones rurales, a base de subsidios permanentes y generalizados, sin prestar atención al tejido productivo”. Se trataba, en definitiva, de “tener de todo en todas partes sin pensar en las consecuencias que esto podía tener en un momento de penuria económica como el que atravesamos”. Y ahora “resulta imposible mantener todo cuanto se hizo”, ha añadido.
Frente a esto, ahora se trabaja en la implantación de un modelo basado “en la generación de riqueza, en el establecimiento de empresas, en la internacionalización, en la apuesta por la calidad, en descartar lo superfluo y lo inútil, centrando los esfuerzos en aquello que pueda producir y generar riqueza en el futuro”. Algo que “no se hace de la noche a la mañana, porque estamos hablando de un cambio profundo del modelo productivo”.
UNA REGIÓN EMINENTEMENTE RURAL
José Antonio Echávarri ha recordado que ésta es una comunidad autónoma “eminentemente rural”. De hecho, aplicando los parámetros que establece la Comisión Europea, “todo nuestro territorio menos Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia, son zonas rurales”. Esto condiciona la acción política del Gobierno, que, ha dicho, “tiene que dirigir sus esfuerzos, necesariamente, hacia el mundo rural, con sus ventajas y sus inconvenientes”.
Por eso, las estrategias del Gobierno de Extremadura dedican buena parte del presupuesto a las zonas rurales persiguiendo un doble objetivo: “prestar servicios dignos a una población que por lo general es dispersa, reducida, envejecida y demasiado masculina, y fijar población joven y femenina como única garantía de pervivencia de las poblaciones rurales”.