Eras tan importante y valioso para cada uno de nosotros que no podríamos olvidarte jamás, pero yo sé que estarás en un lugar privilegiado en el cielo, junto a todos los tuyos estarás velando por todos nosotros pero yo, tito, con lágrimas en mis ojos, pena en mi corazón, desde eta carta que lo que más me llena de satisfacción que has quedado entre nosotros tres frutos, los más importantes de tu vida, que son tus hijos y tita que era lo que más querías tú en tu vida que no habrá en el mundo entero una mujer que haya llorado y querido tanto a su marido como tita y tus tres hijos. Pero tienes a tu hijo varón que es el hijo que toda la madre le gustaría tener. Hay que quitarse el sombrero y decir “chapó”. Es el vivo retrato tuyo sin duda. Yo sé que donde estés tienes que estar bien orgulloso porque no se puede hacer mejor de lo que lo está haciendo. Desde esta carta te digo, mi querido primo, que sigas así, por la línea que vas, porque vales una fortuna como hijo, como persona, como marido, tu lealtad, tu templanza para sobrellevar esta tragedia, ten esa resignación que tú sabes tener y yo sé que tú eres el pilar de tu madre junto con tus hermanas desde lo más profundo de mi corazón y llorando te lo digo porque no tengo palabras para decírtelo. Os quiero muchísimo y ánimo y un abrazo para todos.