Volvemos a vivir situaciones del siglo XX. O del XIX, vaya usted a saber, porque al ritmo que llevamos en los últimos tiempos parece ser a lo que estamos abocados.

Eso al menos es lo que se desprende de una de las últimas decisiones tomadas por la Junta de Extremadura y la Consejería de Educación, con la que se perjudica y se discrimina a las mujeres por el simple hecho de haber sido madres el pasado verano. Debido a los recortes que todos estamos sufriendo en los últimos tiempos, este año únicamente los profesores interinos con vacantes tendrían derecho a cobrar los meses de verano. Pero, ¿todos? No, todos no.

En una brillante idea, a la señora Consejera de Educación se le ocurrió que para ahorrar un poquito más se podía dar de baja también a todas aquellas profesoras que habiendo sido madres durante el verano no se incorporaron a trabajar a primeros de septiembre porque estaban disfrutando de su baja maternal. Así, con una decisión que roza la ilegalidad, las madres embarazadas no podrán gozar de un derecho del que si dispondrán el resto de profesores interinos con vacantes. Lo hacen además dando el aviso mediante una llamada de teléfono el día 10 de julio (o sea, 10 días después de que se les haya dado la baja) y con muy pocos días por delante para poder solicitar las prestaciones por desempleo. Ante este hecho son varias las interesadas que han iniciado los trámites necesarios para que se ponga fin a esta injusticia que supone un grave agravio comparativo para todas las mujeres por el simple hecho de querer ser madres.