Música y Artista
The artist: Hollywood, 1927. George Valentin es un celebre actor mudo que sonríe a todo el mundo... pero el cine evoluciona y llega el sonido a las películas, lo que supone el fin de su carrera, y cae en el olvido. A pesar de todo, su alma de artista siempre permanecerá en él.
Metidos de lleno en el verano y en la "caló", muchos empezamos a saborear el merecido descanso estival, bien en nuestro pueblo, bien con alguna escapada... ¿playa o montaña?, aunque tampoco está la cosa para tirar cohetes, y casi habría que cambiarlo por... ¿en el pueblo de tus padres o en el de los míos?
En cualquiera de los casos, con toda probabilidad, nos encontraremos en algún rincón, plaza o calle con un artista auténtico (músico, dibujante, creador de sombras, escultor de arena, hombre/mujer estatua...).
Aunque hay de todo, sabemos perfectamente cuándo nos encontramos delante de un artista. Son personas dinámicas y llenas de valor que tienen lidiar diariamente con el rechazo, enfrentándose cada día al reto financiero de vivir con trabajos temporales, con la falta de respeto de la gente que creen que deben obtener trabajos reales y el propio miedo a no poder trabajar nunca más.
Como dice David Ackert, cada día tienen que ignorar la posibilidad de que esa visión a la que han dedicado toda su vida es un sueño muy lejano. Con cada año que pasa muchos de ellos miran cómo las demás personas de su edad obtienen los valores de una vida normal: coche, casa, familia...Sin embargo ellos se mantienen aferrados a sus sueños sin importar los sacrificios, porque como un verdadero artista, están dispuestos a dar su vida entera por un momento en forma de emoción, sentimiento, risa, gesto...que le robe el alma al público. Los artistas son seres que han probado el néctar de la vida en ese momento detenido en el tiempo, cuando entregaron su espíritu creativo y tocaron el corazón de alguien más.
En ese instante estuvieron más cerca de la magia y la perfección de lo que nadie jamás puede estar. Y en sus corazones saben que el dedicársela ese momento vale mil vidas más. Sólo por esto, merece la pena al encontrarse con un artista callejero, detenerse y disfrutar de ese momento congelado, para después, si ha conseguido hacernos sentir, aplaudir y sacar alguna moneda. Después de todo, esos pequeños momentos son los que merecen realmente la pena, y no, saber dónde está la prima de riesgo o la cuñada de peligro.
De todo esto podemos aprender una lección: el momento presente es el que importa, y lo realmente importante es disfrutar con lo que se hace, haciendo de la vida un disfrute para uno y los demás.
El pasado ya se fue, y el futuro está por venir.
Que el verano saque lo mejor de nosotros como "artistas de la vida" y sepamos disfrutarla como se merece.
The artist: Hollywood, 1927. George Valentin es un celebre actor mudo que sonríe a todo el mundo... pero el cine evoluciona y llega el sonido a las películas, lo que supone el fin de su carrera, y cae en el olvido. A pesar de todo, su alma de artista siempre permanecerá en él.
Metidos de lleno en el verano y en la "caló", muchos empezamos a saborear el merecido descanso estival, bien en nuestro pueblo, bien con alguna escapada... ¿playa o montaña?, aunque tampoco está la cosa para tirar cohetes, y casi habría que cambiarlo por... ¿en el pueblo de tus padres o en el de los míos?
En cualquiera de los casos, con toda probabilidad, nos encontraremos en algún rincón, plaza o calle con un artista auténtico (músico, dibujante, creador de sombras, escultor de arena, hombre/mujer estatua...).
Aunque hay de todo, sabemos perfectamente cuándo nos encontramos delante de un artista. Son personas dinámicas y llenas de valor que tienen lidiar diariamente con el rechazo, enfrentándose cada día al reto financiero de vivir con trabajos temporales, con la falta de respeto de la gente que creen que deben obtener trabajos reales y el propio miedo a no poder trabajar nunca más.
Como dice David Ackert, cada día tienen que ignorar la posibilidad de que esa visión a la que han dedicado toda su vida es un sueño muy lejano. Con cada año que pasa muchos de ellos miran cómo las demás personas de su edad obtienen los valores de una vida normal: coche, casa, familia...Sin embargo ellos se mantienen aferrados a sus sueños sin importar los sacrificios, porque como un verdadero artista, están dispuestos a dar su vida entera por un momento en forma de emoción, sentimiento, risa, gesto...que le robe el alma al público. Los artistas son seres que han probado el néctar de la vida en ese momento detenido en el tiempo, cuando entregaron su espíritu creativo y tocaron el corazón de alguien más.
En ese instante estuvieron más cerca de la magia y la perfección de lo que nadie jamás puede estar. Y en sus corazones saben que el dedicársela ese momento vale mil vidas más. Sólo por esto, merece la pena al encontrarse con un artista callejero, detenerse y disfrutar de ese momento congelado, para después, si ha conseguido hacernos sentir, aplaudir y sacar alguna moneda. Después de todo, esos pequeños momentos son los que merecen realmente la pena, y no, saber dónde está la prima de riesgo o la cuñada de peligro.
De todo esto podemos aprender una lección: el momento presente es el que importa, y lo realmente importante es disfrutar con lo que se hace, haciendo de la vida un disfrute para uno y los demás.
El pasado ya se fue, y el futuro está por venir.
Que el verano saque lo mejor de nosotros como "artistas de la vida" y sepamos disfrutarla como se merece.