Sigue la polémica de la pancarta contra el Pub Caramelo en Mérida
Se trata de una pancarta que han colgado unos vecinos de los bodegones que viven en el bloque del Pub Caramelo y que reza “Aquí no se respeta el derecho al descanso”.
Los dueños del pub, solicitan la retirada del cartel en base
al cumplimiento de la Ordenanza de protección de convivencia ciudadana, que
recoge que estas medidas deben contar con autorización municipal.
En esta misma línea se ha pronunciado el consejero municipal de seguridad
ciudadana, Manuel Balastegui quien confirmaba que la policía local ya ha pedido
a las vecinas que retiren la pancarta y les ha informado de la multa que
conllevaría la desobediencia a esta orden, multa que podría llegar hasta los
3.000 euros.
Balastegui recuerda que tienen la obligación de
pedir autorización al consistorio y de pagar una tasa, por lo que garantizaba
que la pancarta será retirada en breve.
Balastegui sospecha que detrás de la pancarta y de la polémica suscitada se
esconden intereses políticos, ya que en el bloque vive una concejal socialista,
que en su opinión está detrás del asunto. Añade, el consejero municipal que no
entiende porque en cuatro años de gobierno no han aplicado medidas correctoras
si consideraban que se incumplía la ordenanza del ruido.
Además Balastegui señala que si bien a nadie le gusta tener una terraza debajo
de su casa, también hay que defender el derecho de los trabajadores del pub a
mantener sus puertos de trabajo, y por ahora se ha comprobado que cumplen con
los horarios y con la normativa vigente.
Los dueños del pub, solicitan la retirada del cartel en base
al cumplimiento de la Ordenanza de protección de convivencia ciudadana, que
recoge que estas medidas deben contar con autorización municipal.
En esta misma línea se ha pronunciado el consejero municipal de seguridad
ciudadana, Manuel Balastegui quien confirmaba que la policía local ya ha pedido
a las vecinas que retiren la pancarta y les ha informado de la multa que
conllevaría la desobediencia a esta orden, multa que podría llegar hasta los
3.000 euros.
Balastegui recuerda que tienen la obligación de
pedir autorización al consistorio y de pagar una tasa, por lo que garantizaba
que la pancarta será retirada en breve.
Balastegui sospecha que detrás de la pancarta y de la polémica suscitada se
esconden intereses políticos, ya que en el bloque vive una concejal socialista,
que en su opinión está detrás del asunto. Añade, el consejero municipal que no
entiende porque en cuatro años de gobierno no han aplicado medidas correctoras
si consideraban que se incumplía la ordenanza del ruido.
Además Balastegui señala que si bien a nadie le gusta tener una terraza debajo
de su casa, también hay que defender el derecho de los trabajadores del pub a
mantener sus puertos de trabajo, y por ahora se ha comprobado que cumplen con
los horarios y con la normativa vigente.