El aceite en polvo, nueva opción para el sector alimentario
Las grasas microencapsuladas brindan una alternativa tecnológica para incorporar aceites saludables a mezclas alimentarias.
La investigadora Patricia Calvo
ha realizado una tesis en el Departamento de Química Analítica de la
UEx en la que aborda el estudio del proceso de microencapsulación de
aceites vegetales con alto grado de insaturación como el aceite de oliva
y el aceite de nuez.
La microencapsulación es una técnica que
se aplica para preservar y proteger ingredientes creando
micropartículas que envuelven materiales sólidos, líquidos o gaseosos.
La experta ha señalado que con este estudio ha buscado la optimización
de este proceso en los aceites vegetales, así como comprobar la vida
útil de estos óleos convertidos en polvo y su efecto beneficioso en el
organismo.
Los resultados de este trabajo han
demostrado que la microencapsulación es una herramienta útil para
incorporar a mezclas alimentarias aceites altamente saludables como el
oliva virgen extra o el de nuez, ricos en omega 3 y 6, ampliamente
reconocidos por su benéfico efecto cardiovascular e inmunológico.
“Teníamos que averiguar si ese encapsulamiento proporcionaba los mismos
beneficios en el organismo que el aceite en estado líquido” señala la
experta.
Para ello se sometieron las grasas
encapsuladas a un proceso de digestión y los resultados desvelaron que
este modelo en polvo proporciona las mismas cantidades de ácidos grasos
omega 3 y 6 tanto en el aceite de oliva como en el de nuez . Calvo
asegura que “los beneficios que aportan las grasas buenas al organismo
no se pierden en el proceso de transformación, permitiendo además
enmascarar los sabores desagradables de algunos aceites”.
Este estudio se ha completado con la
evaluación de la vida útil de estas grasas en polvo. La investigadora ha
indicado que el aceite de nuez, que se enrancia al cabo de una semana
en estado líquido, logró mantenerse estable durante 5 meses gracias al
microencapsulamiento. Calvo ha señalado además que “cuando nosotros
comenzamos con el proyecto hace cuatro años, en Europa no había ninguna
fábrica de aceite encapsulado”.
El aceite de oliva en polvo está
destinado para la industria agroalimentaria y no tanto hacía el
consumidor final. Según la experta, puede utilizarse para aplicaciones
de sopas, purés y complementos nutricionales y también para la
alimentación clínica de hospitales.
Esta tesis ha sido dirigida por David
González, Mercedes Lozano y Anunciación
Espinosa, profesora de la UEx.
La investigadora Patricia Calvo
ha realizado una tesis en el Departamento de Química Analítica de la
UEx en la que aborda el estudio del proceso de microencapsulación de
aceites vegetales con alto grado de insaturación como el aceite de oliva
y el aceite de nuez.
La microencapsulación es una técnica que se aplica para preservar y proteger ingredientes creando micropartículas que envuelven materiales sólidos, líquidos o gaseosos. La experta ha señalado que con este estudio ha buscado la optimización de este proceso en los aceites vegetales, así como comprobar la vida útil de estos óleos convertidos en polvo y su efecto beneficioso en el organismo.
Los resultados de este trabajo han demostrado que la microencapsulación es una herramienta útil para incorporar a mezclas alimentarias aceites altamente saludables como el oliva virgen extra o el de nuez, ricos en omega 3 y 6, ampliamente reconocidos por su benéfico efecto cardiovascular e inmunológico. “Teníamos que averiguar si ese encapsulamiento proporcionaba los mismos beneficios en el organismo que el aceite en estado líquido” señala la experta.
Para ello se sometieron las grasas encapsuladas a un proceso de digestión y los resultados desvelaron que este modelo en polvo proporciona las mismas cantidades de ácidos grasos omega 3 y 6 tanto en el aceite de oliva como en el de nuez . Calvo asegura que “los beneficios que aportan las grasas buenas al organismo no se pierden en el proceso de transformación, permitiendo además enmascarar los sabores desagradables de algunos aceites”.
Este estudio se ha completado con la evaluación de la vida útil de estas grasas en polvo. La investigadora ha indicado que el aceite de nuez, que se enrancia al cabo de una semana en estado líquido, logró mantenerse estable durante 5 meses gracias al microencapsulamiento. Calvo ha señalado además que “cuando nosotros comenzamos con el proyecto hace cuatro años, en Europa no había ninguna fábrica de aceite encapsulado”.
El aceite de oliva en polvo está destinado para la industria agroalimentaria y no tanto hacía el consumidor final. Según la experta, puede utilizarse para aplicaciones de sopas, purés y complementos nutricionales y también para la alimentación clínica de hospitales.
Esta tesis ha sido dirigida por David González, Mercedes Lozano y Anunciación Espinosa, profesora de la UEx.