Sábado, 06 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 05 de Septiembre de 2025 a las 18:29:00 horas

| 152
Lunes, 07 de Mayo de 2012

Pues ya sabemos cómo

Pues eso. Que hace dos meses me preguntaba yo cómo se iba a llevar a cabo la reforma de la Educación en nuestro país, y ya nos lo han hecho saber, por lo menos a grandes rasgos. Y no me queda ninguna duda de que los que mandan la han vuelto a pifiar.

Cuando yo hacía bachillerato, estábamos 43 en clase (y lo sé porque yo tenía el número 42 de lista, solo por delante de Yonamine, un compañero mío de ascendencia japonesa), pero de eso hace 25 años y por entonces los alumnos, mayoritariamente reconocíamos la autoridad del profesorado y guardábamos la compostura. Pero en los últimos años el número de alumnos por clase había bajado a poco más de la veintena (en algunos casos, menos), lo que permite una enseñanza más cercana e individualizada, mejor si se hacen las cosas en condiciones. Y esto conlleva también una mayor confianza de trato entre maestro y pupilo. El problema está en que los capullos, que siempre los ha habido, cada vez lo son más y con la relajación de valores generalizada que sufre nuestra sociedad el respeto por los profesores se ha perdido poco a poco, con lo que pretender ahora tener a 35 alumnos por clase me parece una auténtica barbaridad, viendo la situación tanto desde la posición de los chavales que quieran aprender, y se merecen que les impartan una buena clase, como de la de los profesores, que tendrán una tarea más complicada.

También está muy bien el tema de no cubrir las bajas de menos de quince días, sobre todo en bachillerato. Seguro que a los chicos que se juegan su pase a la universidad (si tienen recursos para ello, se entiende, porque además les van a subir las tasas), y por lo tanto parte de su futuro, les vendrá muy bien tener al profesor de mates explicándoles la síntesis de las proteínas, al de lengua flipándolo con las teorías de Nietzsche, o al de dibujo intentando averiguar qué es eso del teorema de Bolzano. ¡Más madera, más madera! Claro, que así podrán agotar esas horas de más que van a tener que emplear en docencia los profesores. Resulta pues, que haciendo unos pequeños cálculos, si en cada clase hay más alumnos, cada profesor tiene que impartir más horas de clase y no se cubren las bajas de corta duración, la conclusión es que sobra más o menos la tercera parte de los docentes del país; pues nada, hombre, se manda a paro a unos cuantos de miles de españoles más, y con un poco de suerte a lo mejor hay un montón de jóvenes que no tendrán la oportunidad de acceder a estudios superiores, así que…¡el año que viene, tijeretazo universitario!

De todas formas, lo que menos he comprendido de todo esto es que fuera el ministro de Educación quien apareciese a explicar estas maravillosas ideas, si debía ser el de Economía. De hecho, creo que en esta legislatura si Rajoy solo hubiese nombrado a De Guindos, hubiese pasado lo mismo y nos hubiésemos ahorrado una pasta en sueldos ministeriales. Eso si que son medidas anti-crisis, ¿o no?

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.