Música y Beethoven
Beethoven es uno de los grandes devotos entre los artistas creativos... Su música evoca nuestra mejor naturaleza: hablando en términos puramente musicales, parece que nos esté exhortando a ser nobles, fuertes, generosos y compasivos".(AARON COPLAND)
Aunque consideramos a Beethoven como el compositor de transición que tendió un puente entre el período clásico de Mozart o Haydn y el primer romanticismo de Schubert, Mendelssohn o Schumann, su mérito fue ser el prototipo de artista: una persona revolucionaria que desafió al orden imperante. Debemos nuestras ideas sobre qué puede ser el arte y qué debería ser a Beethoven y a la generación romántica que le siguió. Sin tener en cuenta su genialidad, su camino en la vida, como el de muchos de nosotros, estuvo lleno de baches y dificultades. Es precisamente este aspecto tan humano de Beethoven el que nos atrae, tanto como su música. Se veía obligado a luchar continuamente con aspectos violentos y salvajes de su personalidad, y es precisamente esa lucha para superar esta faceta lo que oimos en su música. Beethoven nos demuestra que con esfuerzo podemos rectificar los aspectos imperfectos de nuestra personalidad. Las anotaciones en su diario nos dan detalles de su evolución espiritual: desde la orgullosa rebeldía de juventud y su resistencia ante la aparición de su sordera, hasta su sumisión a lo que llegó a aceptar como su destino. A partir de él, esperamos que un artista afronte sus miedos, traumas y conflictos y los llegue a comprender mediante su arte.
En sus sinfonías y sonatas, los "conflictos" presentados en el primer movimiento se resuelven al final de la obra. Al escucharlas satisfacemos nuestra necesidad de tener un modelo basado en la realidad que incluya las dificultades a las que se tendrá que hacer frente y la seguridad de que estas dificultades se superarán. Su expresión de la emoción directa tiene una intensidad que puede tener un carácter extrovertido en sus sinfonías y profundamente introvertido en sus últimas sonatas para piano y cuartetos de cuerda. Su música no intenta llevarnos a una especie de perfección inalcanzable, sino que nos reta a alcanzar nuestra propia naturaleza como seres humanos. "Busca la felicidad más allá de las estrellas", son las palabras de Schiller que Beethoven escogió para su 9ª sinfonía, quizá el momento musical de más altura, con ALEGRÍA y PAZ.
Si Beethoven, el compositor más importante de todos los tiempos, pudo vivir con sus contradicciones y la desgracia de perder en sentido primordial para un músico, su oído, creo que cualquiera de nosotros podemos luchar, desde la aceptación, por superarnos y, a pesar de las dificultades, seguir luchando por nuestros sueños. PALABRA DE BEETHOVEN.
DISCOGRAFÍA RECOMENDADA: Sinfonías 3, 5, 6, 7 Y 9, Cuartetos para cuerda, Sonatas para piano y Concierto para piano nº 5.
Beethoven es uno de los grandes devotos entre los artistas creativos... Su música evoca nuestra mejor naturaleza: hablando en términos puramente musicales, parece que nos esté exhortando a ser nobles, fuertes, generosos y compasivos".(AARON COPLAND)
Aunque consideramos a Beethoven como el compositor de transición que tendió un puente entre el período clásico de Mozart o Haydn y el primer romanticismo de Schubert, Mendelssohn o Schumann, su mérito fue ser el prototipo de artista: una persona revolucionaria que desafió al orden imperante. Debemos nuestras ideas sobre qué puede ser el arte y qué debería ser a Beethoven y a la generación romántica que le siguió. Sin tener en cuenta su genialidad, su camino en la vida, como el de muchos de nosotros, estuvo lleno de baches y dificultades. Es precisamente este aspecto tan humano de Beethoven el que nos atrae, tanto como su música. Se veía obligado a luchar continuamente con aspectos violentos y salvajes de su personalidad, y es precisamente esa lucha para superar esta faceta lo que oimos en su música. Beethoven nos demuestra que con esfuerzo podemos rectificar los aspectos imperfectos de nuestra personalidad. Las anotaciones en su diario nos dan detalles de su evolución espiritual: desde la orgullosa rebeldía de juventud y su resistencia ante la aparición de su sordera, hasta su sumisión a lo que llegó a aceptar como su destino. A partir de él, esperamos que un artista afronte sus miedos, traumas y conflictos y los llegue a comprender mediante su arte.
En sus sinfonías y sonatas, los "conflictos" presentados en el primer movimiento se resuelven al final de la obra. Al escucharlas satisfacemos nuestra necesidad de tener un modelo basado en la realidad que incluya las dificultades a las que se tendrá que hacer frente y la seguridad de que estas dificultades se superarán. Su expresión de la emoción directa tiene una intensidad que puede tener un carácter extrovertido en sus sinfonías y profundamente introvertido en sus últimas sonatas para piano y cuartetos de cuerda. Su música no intenta llevarnos a una especie de perfección inalcanzable, sino que nos reta a alcanzar nuestra propia naturaleza como seres humanos. "Busca la felicidad más allá de las estrellas", son las palabras de Schiller que Beethoven escogió para su 9ª sinfonía, quizá el momento musical de más altura, con ALEGRÍA y PAZ.
Si Beethoven, el compositor más importante de todos los tiempos, pudo vivir con sus contradicciones y la desgracia de perder en sentido primordial para un músico, su oído, creo que cualquiera de nosotros podemos luchar, desde la aceptación, por superarnos y, a pesar de las dificultades, seguir luchando por nuestros sueños. PALABRA DE BEETHOVEN.
DISCOGRAFÍA RECOMENDADA: Sinfonías 3, 5, 6, 7 Y 9, Cuartetos para cuerda, Sonatas para piano y Concierto para piano nº 5.






















