La buena labranza
Para
la consecución de una buena labranza es necesario que haya un poco de esfuerzo,
trabajo, constancia y, sobre todo, que el labrador sepa lo que está haciendo.
Estas y otras cualidades son esenciales para obtener los mejores frutos.
Cuando uno se encuentra una
tierra que no ha sido cuidada porque el anterior inquilino de la parcela la ha
maltratado, echando unos días abono sin ton ni son y otros curando todo lo que
se encontraba por delante, incluso la propia cosecha, es difícil adaptar la
finca para que dé los mejores resultados, a corto espacio de tiempo.
Es entonces cuando llega un
agricultor de toda la vida y se pone a trabajar. Primero, haciendo un análisis
de cómo se encuentra la finca para, posteriormente, comenzar a preparar la
tierra, creando las condiciones favorables para el buen desarrollo de los
cultivos, con el fin de obtener la mejor cosecha.
Una buena preparación del terreno puede contribuir a incrementar
significativamente la producción. Antes, por supuesto, ha controlado la maleza
de la finca, arándola para ir preparando el suelo. Todo ello, hecho en la época
que dictan las normas de un buen agricultor.
El arado del suelo, realizado cuando éste tiene un nivel óptimo de humedad, es
fundamental para lograr una buena labranza.
En consecuencia, es absolutamente esencial hacer una buena y acabada
preparación del terreno antes de comenzar un nuevo ciclo de cultivo, con el fin
de generar en el suelo condiciones físicas adecuadas para el buen flujo del
agua y aire, evitando que se formen en el suelo capas duras que limiten la
penetración y el crecimiento de las raíces.
Si a todo esto, le añadimos que los agricultores que se han buscado para la
preparación de las tierras son expertos de primer nivel en cada una de las
materias que se van a sembrar, el éxito, seguro, está más que garantizado, a
pesar de cómo nos hemos encontrado la finca.
Viene todo esto a cuento de las personas que Mariano Rajoy está incorporando al
nuevo Gobierno de España, sobre todo por uno de los extremeños que se
incorporará, en calidad de Secretario General Técnico del Ministerio de
Agricultura, Adolfo Diaz Ambrona, con el objetivo de poner encima de la mesa todas
las herramientas necesarias para obtener los mejores resultados económicos para
nuestro país.
Es necesario un buen análisis de cómo está, en estos momentos, la situación
económica del país, encontrándonos que nos habían dicho que teníamos un 6% de
déficit, cuando la realidad nos dice que vamos a superar el 8%. Esto quiere
decir que en la finca hay maleza a punta de pala, por lo que el esfuerzo que
tendremos que realizar será mayor de las previsiones iniciales.
En base a este primer estudio, hay que comenzar por arar la finca, eliminando
las malas hierbas e ir preparando la base principal para crear las condiciones
necesarias para el buen desarrollo de la actividad económica.
Si a eso le sumamos que gente de primer nivel, como Adolfo, con una preparación
más que sobrada en cada uno de los departamentos ministeriales, son las que van
a estar en la primera línea de la toma de decisiones, pienso que más pronto que
tarde, comenzaremos a ver crecer la semilla.
En este trayecto nos encontraremos algunas lluvias, tormentas, vientos y
tempestades, que formaran parte de este primer año de preparación de la tierra
para la siembra, pero aun así, comienzo el año con la esperanza de haber
depositado mi voto en personas que, seguro, trabajaran día y noche para traer
el grano a los españoles.
El tiempo lo dirá.
Para
la consecución de una buena labranza es necesario que haya un poco de esfuerzo,
trabajo, constancia y, sobre todo, que el labrador sepa lo que está haciendo.
Estas y otras cualidades son esenciales para obtener los mejores frutos.
Cuando uno se encuentra una
tierra que no ha sido cuidada porque el anterior inquilino de la parcela la ha
maltratado, echando unos días abono sin ton ni son y otros curando todo lo que
se encontraba por delante, incluso la propia cosecha, es difícil adaptar la
finca para que dé los mejores resultados, a corto espacio de tiempo.
Es entonces cuando llega un
agricultor de toda la vida y se pone a trabajar. Primero, haciendo un análisis
de cómo se encuentra la finca para, posteriormente, comenzar a preparar la
tierra, creando las condiciones favorables para el buen desarrollo de los
cultivos, con el fin de obtener la mejor cosecha.
Una buena preparación del terreno puede contribuir a incrementar
significativamente la producción. Antes, por supuesto, ha controlado la maleza
de la finca, arándola para ir preparando el suelo. Todo ello, hecho en la época
que dictan las normas de un buen agricultor.
El arado del suelo, realizado cuando éste tiene un nivel óptimo de humedad, es
fundamental para lograr una buena labranza.
En consecuencia, es absolutamente esencial hacer una buena y acabada
preparación del terreno antes de comenzar un nuevo ciclo de cultivo, con el fin
de generar en el suelo condiciones físicas adecuadas para el buen flujo del
agua y aire, evitando que se formen en el suelo capas duras que limiten la
penetración y el crecimiento de las raíces.
Si a todo esto, le añadimos que los agricultores que se han buscado para la
preparación de las tierras son expertos de primer nivel en cada una de las
materias que se van a sembrar, el éxito, seguro, está más que garantizado, a
pesar de cómo nos hemos encontrado la finca.
Viene todo esto a cuento de las personas que Mariano Rajoy está incorporando al
nuevo Gobierno de España, sobre todo por uno de los extremeños que se
incorporará, en calidad de Secretario General Técnico del Ministerio de
Agricultura, Adolfo Diaz Ambrona, con el objetivo de poner encima de la mesa todas
las herramientas necesarias para obtener los mejores resultados económicos para
nuestro país.
Es necesario un buen análisis de cómo está, en estos momentos, la situación
económica del país, encontrándonos que nos habían dicho que teníamos un 6% de
déficit, cuando la realidad nos dice que vamos a superar el 8%. Esto quiere
decir que en la finca hay maleza a punta de pala, por lo que el esfuerzo que
tendremos que realizar será mayor de las previsiones iniciales.
En base a este primer estudio, hay que comenzar por arar la finca, eliminando
las malas hierbas e ir preparando la base principal para crear las condiciones
necesarias para el buen desarrollo de la actividad económica.
Si a eso le sumamos que gente de primer nivel, como Adolfo, con una preparación
más que sobrada en cada uno de los departamentos ministeriales, son las que van
a estar en la primera línea de la toma de decisiones, pienso que más pronto que
tarde, comenzaremos a ver crecer la semilla.
En este trayecto nos encontraremos algunas lluvias, tormentas, vientos y
tempestades, que formaran parte de este primer año de preparación de la tierra
para la siembra, pero aun así, comienzo el año con la esperanza de haber
depositado mi voto en personas que, seguro, trabajaran día y noche para traer
el grano a los españoles.
El tiempo lo dirá.






















