Resulta francamente difícil entender los mecanismos por los que se rige el Congreso, cuando, tras unas Elecciones Generales, nos encontramos un chorro de Partidos a los que han votado los españoles y cuyas representaciones finales, están ahí, porque así lo ha querido el ciudadano. Según las últimas del 20 de Noviembre, parece claro el resultado en cuanto a quien ha ganado las Elecciones, pero en esta continua tradición tan española de que aquí, nadie pierde y todos ganan, cuando se trata de adjudicar los escaños a los representantes votados, es cuando empiezan a saltar chispas. De máxima actualidad está el tema de si UPyD, el Partido de Rosa Díez y AMAIUR, el partido heredero de Batasuna, pueden o no, según la legalidad y el Derecho, gozar de Grupo Parlamentario propio. Para ello, a través de la Wikipedia y del Reglamento de la Cámara, se explican bastante bien las condiciones e incluso, los trucos a tal efecto.

Dice el Reglamento…:”Para disponer de Grupo Parlamentario propio, han de cumplirse una o ambas de estas condiciones: A).- Haber conseguido 15 Diputados electos o B).- Más de 5 Diputados como mínimo pero con, al menos el 15% de los votos de aquellas circunscripciones donde se presenten, cuando sus candidaturas no lo sean a nivel nacional. Si así lo fueran, se establece un mínimo del 5% del total de los sufragios”. Así de clarito.

Pero como los preceptos legales los hacen y pactan los propios Partidos políticos, existe una trampa legal llamada “LA TRAMPA DEL DIPUTADO PRESTADO”. Es decir, tu necesitas un Diputado para tener Grupo, yo te lo presto, pero luego vuelve a mi propio Grupo. Incluso esa trampa está regulada por el Reglamento de la Cámara.

Acudamos a la fría realidad de los números. La Comparación UPyD y AMAIUR no quiere decir que ambos representen intereses comunes más allá del de conseguir un Grupo Parlamentario propio. Eso no es así. Ahora bien, que anden trampeando para conseguirlo, si que es así, y unos más que otros. Se trata de maniobras muy extrañas y que son claramente un fraude de Ley.

UPyD, obtiene en las últimas Elecciones 1.140.242 votos y le corresponden 5 Diputados y ningún Senador. Como este Partido se presenta con listas en toda España, el porcentaje de voto que consigue en todo el territorio es del 4,64%. Muy lejos pues del 15% previsto en la Ley por Circunscripciones y menos del 5% de lo previsto para Partidos de ámbito nacional. ¿Cómo consigue Grupo Propio…?, se le une a la hora de solicitarlo, el Diputado electo por Foro Asturias. Hala pues, ya tiene los más de 5 Diputados, y ya dispone de Grupo. Luego ya, después, el del Foro Asturias se esconderá, o se irá al sol que más caliente…¿Qué se yo…?.

AMAIUR, obtiene 383.628 votos, lo que le dan 7 Diputados y 3 Senadores. Vamos a ver, señores políticos, en primer lugar, ¿que cachondeo es este…?. ¿Cómo un Partido con casi 1 millón doscientos mil votos saca 5 Diputados y uno con menos de 350 mil, saca 7…?. Y la explicación está en la aplicación de la Ley D`Hont. Los famosos restos. ¿Qué sucede…?, que Amaiur se presenta solo en el País Vasco y Navarra y consigue una media del 21,997% de los votos. O sea, muy por encima de lo ordenado por la Ley. O sea que si a uno, UPyD, se le permite obtener Grupo propio con la ayuda de un Diputado de otro partido, y eso es legal por Fraude de Ley, no podemos poner en cuestión el que otro, que ya tiene por si mismo 7 Diputados, no pueda tener Grupo Parlamentario. Y, ojo, que sea la propia Rosa Diez quien solicite a la Mesa de las Cortes que no permita que Amaiur tenga Grupo propio es el colmo de los colmos. Pero es que la amiga Rosa no solo pide esto…exige que Amaiur sea declarado ilegal. ¡¡¡A buenas horas, mangas verdes!!!.

No es de extrañar que el personal ande grillao con tanta pantomima y tanta trampa para conseguir lo que una parte quiere, en detrimento de otras. No puede olvidarse quien es Amaiur, bajo ningún concepto. Pero tampoco se puede olvidar quien es Rosa Diez. Si los unos solo persiguen la independencia del País Vasco y Navarra, resulta que ahora lo hacen desde el Foro de Representación Democrática que corresponde. Ya no andan por el monte pegando tiros e imponiendo sus barbaries y eso hay que reconocerlo así, pues el Tribunal Constitucional les ha autorizado a presentarse a las Elecciones. Y Rosa Diez es una señora que crea un partido de “rebotados con el PSOE”, con un ánimo más que revanchista y cuyos momentos de mayor gloria los alcanza cuando habla de las víctimas de ETA, que está muy bien pero que ha de tener un límite. Para colmo, se ve obligada a tirar de un Diputado de fuera de su partido con el fin de tener Grupo propio.

Señores radioleyentes…si se le permite a UPyD la trampa legal, que ya se le ha permitido, Amaiur tiene que tener Grupo propio. Lo demás será admitir Pulpo, como animal de compañía. La obcecación de la señora Rosa Diez con respecto de Amaiur con la ayuda del PP y del señor Rajoy, no nos lleva más que a consecuencias difícilmente asumibles, porque la voluntad popular expresada en las urnas, no puede ser el coto de caza del Señorito. Y esto es muy sencillo, o aplicamos las leyes para todos por igual, o las cambiamos. De haber sido así, de no haberse hecho las cosas sin modificar las leyes, hoy aún estaríamos en plena Dictadura de los herederos de Franco.

Por mucho que nos jorobe, por no decir que nos joda, si ambos rozan los límites para tener Grupo propio y a uno se le autoriza con una trampa, al otro hay que autorizárselo, como sea. Si ya antes de empezar a legislar, andamos con estas, mal empezamos. Y a ver si de una puta vez y perdón por los palabros, en este País podemos saber lo que pasa cuando votamos, y cuando no votamos, quien y como obtiene representación o no, donde van nuestros votos… y nos dejamos ya de tanto cachondeo, que no tiene el ciudadano cuerpo pa muchos pitos, oiga. Aquí empiezan ya a sobrar demagogos y demás mierdas políticas y falta una Ley Electoral clara y de sentido común. Esto es tan importante como los intentos por salir de la crisis porque parece que el ciudadano, cuando vota, está entregando un cheque en blanco y, con tanta trampa, cada Partido hace lo que le viene en gana. Sabemos que somos todos un poco imbéciles, pero no cometan ustedes el error de decírnoslo a la cara con tanta chulería, porque no se lo vamos a consentir.