Es incompresible que una carta, demandando un mínimo de calidad en las actividades culturales que el Ayuntamiento les ofrecen a los niños y niñas de Montijo, haya levantado tanto revuelo. Otras cartas, criticando distintas actuaciones públicas locales, no han provocado respuestas tan desabridas. Una muestra: “fascismo multiforme y versicolor”, “progre divulgador de la sospecha, el miedo y la insidia”, “inquisidor”, “progres a la greña”, que “gruñen y se reconcomen”, que “zancadillean a las monitoras”……

Se ha querido reflejar en las réplicas el trastorno bipolar de siempre, a saber: los unos y los otros. En respuesta a un supuesto ataque al buen  hacer de las monitoras del Ayuntamiento, se ha querido denostar el trabajo del colectivo Por un Parque Digno. Y  hasta la rivalidad con el pueblo vecino y la  sociedad de autores han salido a relucir.

Sinceramente esperaba una respuesta del colectivo antes mencionado, del que forman parte muchas personas, que tiene carácter reivindicativo, lúdico y tolerante y que ofrece todos los años una muestra de lo que se puede hacer en el Parque Municipal, de forma gratuita y para todos y  que desde luego no es “botellón”. 

Tampoco entiendo que nadie más haya salido a demandar para  los niños un  cine de los jueves en unas condiciones óptimas.

Seguramente, la Concejalía de Cultura tenga escasez de medios para realizarlo, pero no debería dejar que demonicen a un vecino por reivindicar para sus hijos lo que todos querríamos: un mínimo de calidad en los productos culturales que se les ofrecen.

Con lo fácil que hubiera sido la explicación al problema técnico con un breve comunicado de la Concejalía de Cultura. Todos lo hubiéramos entendido.