La grandeza de lo peqeño
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        
        
                
        
        Si has vivido en nuestro planeta en los últimos meses es muy probable que hayas sentido miedo, angustia, impotencia, ante la pandemia que estamos viviendo. Es normal. Los cambios que ha producido el coronavirus en nuestras vidas son para eso y más, para asustarte, encogerte y esconderte o para sobreponerte a todo eso y ofrecer lo que eres y tienes al servicio de los demás.
Ya sabemos que te miras al espejo y te sientes poca cosa, como una gota de agua en el ancho mar, o un grano de arena en medio del desierto. Es verdad, eres una pequeña gota, apenas un granito. Pero… ¿te has parado a pensar en lo grande que es el mar, en la inmensidad del desierto? ¿Te has dado cuenta de dónde viene su grandeza?
Si lo piensas bien el mar está hecho de gotas de agua y el desierto de granos de arena. Lo que hace que sean tan grandes es que han decido unirse, trabajar juntos en un proyecto común. Si las gotas del mar se separaran el mar se secaría, si los granos de arena se alejan el desierto desaparece.
El refranero popular es sabio: “la unión hace la fuerza” y en Cáritas lo sabemos bien, nuestra fuerza está en mantenernos unidos todos los voluntarios, unos con otros y con el Señor Jesús. Así se obra el milagro de que unos pocos peces y unos pocos panes alimenten a una gran multitud.
En lo peor de la pandemia, durante el confinamiento, hemos podido experimentar como el trabajo de cada voluntario, la unión con voluntarios de otras instituciones (Cruz Roja, Protección Civil…) y la unión con las autoridades y la sociedad civil permitió atender a las personas más vulnerables de nuestro pueblo en sus necesidades básicas.
Queda mucho por hacer, no nos vamos a engañar, y en esta tarea que nos espera cada gesto cuenta, por pequeño que sea. Volvemos al refranero popular: “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero” ¿gotita, granito, podemos contar con tu ayuda? Recuerda que “tu compromiso mejora el mundo.”
AMA Y VIVE LA JUSTICIA
Te invitamos a que en esta situación de alarma nacional redobles tu generosidad y nos ayudes a ayudar a los más vulnerables de la sociedad. Infórmate en la web de Cáritas Española: www.caritas.es
 
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                            
    
    
	
    
Si has vivido en nuestro planeta en los últimos meses es muy probable que hayas sentido miedo, angustia, impotencia, ante la pandemia que estamos viviendo. Es normal. Los cambios que ha producido el coronavirus en nuestras vidas son para eso y más, para asustarte, encogerte y esconderte o para sobreponerte a todo eso y ofrecer lo que eres y tienes al servicio de los demás.
Ya sabemos que te miras al espejo y te sientes poca cosa, como una gota de agua en el ancho mar, o un grano de arena en medio del desierto. Es verdad, eres una pequeña gota, apenas un granito. Pero… ¿te has parado a pensar en lo grande que es el mar, en la inmensidad del desierto? ¿Te has dado cuenta de dónde viene su grandeza?
Si lo piensas bien el mar está hecho de gotas de agua y el desierto de granos de arena. Lo que hace que sean tan grandes es que han decido unirse, trabajar juntos en un proyecto común. Si las gotas del mar se separaran el mar se secaría, si los granos de arena se alejan el desierto desaparece.
El refranero popular es sabio: “la unión hace la fuerza” y en Cáritas lo sabemos bien, nuestra fuerza está en mantenernos unidos todos los voluntarios, unos con otros y con el Señor Jesús. Así se obra el milagro de que unos pocos peces y unos pocos panes alimenten a una gran multitud.
En lo peor de la pandemia, durante el confinamiento, hemos podido experimentar como el trabajo de cada voluntario, la unión con voluntarios de otras instituciones (Cruz Roja, Protección Civil…) y la unión con las autoridades y la sociedad civil permitió atender a las personas más vulnerables de nuestro pueblo en sus necesidades básicas.
Queda mucho por hacer, no nos vamos a engañar, y en esta tarea que nos espera cada gesto cuenta, por pequeño que sea. Volvemos al refranero popular: “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero” ¿gotita, granito, podemos contar con tu ayuda? Recuerda que “tu compromiso mejora el mundo.”
AMA Y VIVE LA JUSTICIA
Te invitamos a que en esta situación de alarma nacional redobles tu generosidad y nos ayudes a ayudar a los más vulnerables de la sociedad. Infórmate en la web de Cáritas Española: www.caritas.es





















                    
                    
                    
                    
                    