En este 8 de marzo
En este 8 de Marzo caigo en la cuenta de que hay más mujeres en mi vida, muchas más. Mujeres con nombre propio, a las que les pongo cara, historias, frustraciones y sueños. Muchas de ellas son las participantes de los cursos de Empoderamiento de la Mujer que estamos desarrollando desde el pasado mes de abril en doce localidades diferentes. Son mujeres con ganas de hablar de cambio, con interés en descubrir que hay otros caminos en los que desarrollarse, más allá de los tópicos que nos han contado y que nos habíamos creído. Están de acuerdo en que hay que apartar los miedos, que necesitamos creernos que esta transformación es posible, que podemos crear una sociedad diferente. Hemos compartido estos meses momentos que no vamos a olvidar…
Alrededor de este 8 de Marzo hay también en mi vida varios grupos femeninos muy numerosos y especiales. Son mujeres con discapacidad, alumnas de los cursos de Empoderamiento para el empleo que organiza CERMI y que me han encargado impartir. Este colectivo me tiene entusiasmada por las lecciones que dan de coherencia y generosidad. Estas mujeres sufren una doble discriminación, por género y por discapacidad, y tienen que superar barreras mucho más altas y profundas. Pero hay una cosa que dejan clara en todos los grupos: que tienen muchas ganas de estar integradas, de estar activas, de participar en la sociedad de pleno derecho…También tienen sueños y propuestas que hacernos y quieren que su voz se oiga. Piden ser protagonistas de su vida. Me impresionó un testimonio concreto: “No me dejan tomar decisiones, no me dejan ni pensar..”. Creo firmemente que debemos tender las manos hacia ellas, para acogerlas, que se sientan apoyadas y que dejen de ser invisibles. Tienen mucho que ofrecer y nos necesitan.
En este 8 de Marzo mi vida se ha llenado también de mujeres empresarias, todas esas fantásticas emprendedoras que forman parte de la Red de Networking profesional de EME Lidera. Juntas celebramos cada mes una reunión en la que saltan chispas de proyectos compartidos, de sinergias de futuro, de apoyo profesional y personal. Encuentro aquí a personas con las que tengo una visión compartida, auténticas compañeras de viaje, recorriendo un camino donde los sueños son mucho más grandes que los miedos.
En este 8 de Marzo en mi vida hay cientos de mujeres, literalmente. Y gracias a todas ellas, a las de ahora y a las que ya tenía, mi camino cada vez es más motivador y mucho más interesante. Gracias a todas, de corazón.
En este 8 de Marzo caigo en la cuenta de que hay más mujeres en mi vida, muchas más. Mujeres con nombre propio, a las que les pongo cara, historias, frustraciones y sueños. Muchas de ellas son las participantes de los cursos de Empoderamiento de la Mujer que estamos desarrollando desde el pasado mes de abril en doce localidades diferentes. Son mujeres con ganas de hablar de cambio, con interés en descubrir que hay otros caminos en los que desarrollarse, más allá de los tópicos que nos han contado y que nos habíamos creído. Están de acuerdo en que hay que apartar los miedos, que necesitamos creernos que esta transformación es posible, que podemos crear una sociedad diferente. Hemos compartido estos meses momentos que no vamos a olvidar…
Alrededor de este 8 de Marzo hay también en mi vida varios grupos femeninos muy numerosos y especiales. Son mujeres con discapacidad, alumnas de los cursos de Empoderamiento para el empleo que organiza CERMI y que me han encargado impartir. Este colectivo me tiene entusiasmada por las lecciones que dan de coherencia y generosidad. Estas mujeres sufren una doble discriminación, por género y por discapacidad, y tienen que superar barreras mucho más altas y profundas. Pero hay una cosa que dejan clara en todos los grupos: que tienen muchas ganas de estar integradas, de estar activas, de participar en la sociedad de pleno derecho…También tienen sueños y propuestas que hacernos y quieren que su voz se oiga. Piden ser protagonistas de su vida. Me impresionó un testimonio concreto: “No me dejan tomar decisiones, no me dejan ni pensar..”. Creo firmemente que debemos tender las manos hacia ellas, para acogerlas, que se sientan apoyadas y que dejen de ser invisibles. Tienen mucho que ofrecer y nos necesitan.
En este 8 de Marzo mi vida se ha llenado también de mujeres empresarias, todas esas fantásticas emprendedoras que forman parte de la Red de Networking profesional de EME Lidera. Juntas celebramos cada mes una reunión en la que saltan chispas de proyectos compartidos, de sinergias de futuro, de apoyo profesional y personal. Encuentro aquí a personas con las que tengo una visión compartida, auténticas compañeras de viaje, recorriendo un camino donde los sueños son mucho más grandes que los miedos.
En este 8 de Marzo en mi vida hay cientos de mujeres, literalmente. Y gracias a todas ellas, a las de ahora y a las que ya tenía, mi camino cada vez es más motivador y mucho más interesante. Gracias a todas, de corazón.
