Los políticos no dejan de sorprenderme. Y desgraciadamente no por su elevado nivel intelectual o moral, sino por todo lo contrario. Da igual que se trate de un concejal de pueblo como del ministro de interior: Demagogia, populismo y mediocridad, esas son sus reglas dialécticas.
En este caso concreto voy a hablar un poquito de la carta “Inmigrantes en Montijo”, que la concejala del PSOE, Charo Moreno, ha enviado a los medios locales en forma de postal Navideña.
Se la ve muy preocupada tras la visita a la asociación de inmigrantes Vegas Bajas. Como un médium iluminado ha creído percibir las convulsas sensaciones y emociones que embargan a las personas que un día decidieron venir a probar suerte en nuestro país: desarraigo, readaptación, paro, miseria. Y es que España solo sueña con ser Europea, aunque siempre sin conseguirlo, unas veces por las guerras fratricidas y otras por que la clase política más inepta de occidente se entretiene en dilapidar los fondos de cohesión para crear un sistema autonómico ineficaz, insostenible y chusquero. La cosa es que a Charo se le ponen los pelos de punta cuando se imagina en la misma situación, y como no, aprovecha para inundarnos con la típica demagogia barata de pueblo. Leyendo sus palabras uno podría pensar que fuera de la asociación de inmigrantes solo existe racismo e intolerancia. “Por eso este año, una vez más, he querido estar donde la simpatía te recibe y te acompaña, donde por unas horas, y sin distinciones de raza, sexo, religión o ideas políticas, todas y todos disfrutamos por igual”. Cito textualmente. Es como si las calles de Montijo y de España estuvieran plagadas de rapados sedientos de sangre y ciudadanos vestidos con capuchas blancas quemando cruces en las puertas de las casas de los rumanos. Yo quiero tranquilizarla un poquito. Señora concejala; no se preocupe usted tanto. Vivimos en occidente, una zona del planeta donde existen garantías jurídicas, libertad de credo y pensamiento para todos sus habitantes, independientemente de su raza, sexo, credo o ideas políticas, cosa que en raras ocasiones respetan los países de origen de estos señores inmigrantes. Cálmese y piense en como disfrutan de una Sanidad Gratuita que ni hubieran imaginado antes de poner pie en nuestra tierra y en como se han creado leyes que anteponen los derechos educativos de sus hijos a los de los españoles. Las personas de las que usted habla tienen problemas, claro que sí. Pero no se olvide que no más problemas que los que acucian a gran parte de nuestra población. Vive usted en un pueblo y en un país donde la precariedad laboral y la explotación se presentan como el futuro más próximo de la gente joven y formada. Señora concejala, deje de mirarse el culo y levante la vista a los miles y miles de españoles que están abandonando sus hogares por que aquí solo encuentran miseria y un futuro desconsolador: 110.000 este año y 1.300.000 en total. Preocúpese por el futuro de la gente de su país, para luego poder preocuparse por el de los demás. Mire a los ojos de los vecinos que se marchan, que se convierten en emigrantes y pasan a ser inmigrantes en tierras lejanas. Tenga la gallardía de reconocer la realidad de los españoles, de esos millones que se esfuerzan cada mañana para pagar las políticas de Bien Estar, a pesar de no tener ni para cubrir los gastos de su hipoteca. Salga de su burbuja de burócrata aburguesada y despierte a nuestro mundo, por que si algo es cierto es que tanto buenismo desaforado y apertura global de nuestras fronteras ha disparado la inseguridad ciudadana, el radicalismo religioso, el paro, la violencia de género y la población carcelaria, por no hablar del narcotráfico, las mafias y el esclavismo. ¿Quiere datos? En España hay un 11% de extranjeros, que curiosamente nutren casi el 50% de la población carcelaria, el 40% de los casos de violencia de género y 542 grupos mafiosos importantes… en fin, que no todos son luces de colores entre los foráneos.