CARTAS DESDE EL NORTE
El caso de la niña de Tenerife
Acabo de
leer íntegramente el Auto Judicial por el que se dicta la libertad sin
cargos ni fianza del “padrastro” de la niña Aitana, detenido y acusado
de la violación, malos tratos y muerte de la hija de su pareja. El
acusado se llama Diego y acaba de salir del infierno. Para intentar
entender esto hay que ceñirse a los hechos…:
1º.- Diego acompaña a la hija de su compañera, en presencia de la
hermana de su pareja, hasta un Centro de Salud de Arona porque la niña
manifiesta haberse caído de un columpio y dice dolerle mucho la cabeza.
El médico que la atiende le dice a Diego que, tras el tratamiento que
le ha dado, la niña estará corriendo en no más de 2 o 3 días. La niña
sigue yendo al colegio donde cuenta a compañeros y profesores lo que le
ha pasado y se lo cuenta también a su madre y padre biológicos.
2º.- Cinco días después del accidente, la niña empeora. Diego
trata por todos los medios de reanimarla con masajes cardio-pulmonares
y boca a boca. Al ver que no responde la traslada a Urgencias del
Hospital más cercano. Aitana entra en parada cardio-respiratoria y pasa
a UVI con pronóstico muy grave, temiéndose por su vida. Los médicos que
la atienden observan distintas marcas en su cuerpo y deducen que son
debidas a quemaduras intencionadas. Denuncian ante la Guardia Civil y
Diego es detenido. Aitana fallece 2 días después. Se elabora un informe
médico en que se hace constar que la niña ha sufrido violación y
quemaduras. Mientras, Diego sigue detenido y jurando que el no ha hecho
nada malo.
3º.- Tras el fallecimiento de Aitana y estando el caso en manos
del Juzgado, se ordena la preceptiva autopsia. El estudio del cadáver
no deja lugar a ninguna duda e indica que, las presuntas quemaduras son
de origen alérgico a una crema que se le estaba administrando. No sufre
ninguna lesión que se pueda corresponder con una violación. Los
hematomas se deben a las maniobras de reanimación de Diego, los
desgarros se explican por la manipulación intestinal que se le realizó
en el Hospital y la causa final de la muerte se debe a un edema
cerebral causado por un fuerte golpe en la cabeza hacía unos 4 o 5
días. Todos estos extremos, manifiesta el Juez encargado del caso, se
corresponden con los testimonios de acusado y demás familiares y amigos
de la niña fallecida. Automáticamente, Diego queda en libertad sin
cargos y sin fianza.
¿Qué hemos hecho?. ¿Qué clase de reflexión puede hacerse en estos
casos?. La histérica reacción de unos médicos dudosamente profesionales
está en el fondo y explicación del problema. A la niña, no se le hace
ni una mala radiografía para diagnosticas las causas de su estado.
Diego jura y perjura que existe una caída de un columpio y hay testigos
de ello. Que no existen tales quemaduras. Que la niña se ha venido
quejando de fuertes dolores de cabeza y mareos pero que ha hecho vida
normal y que el la quiere como hija propia y así la ha tratado. Nadie
le cree a pesar de que la madre y el padre biológicos además de sus
tías, profesoras y compañeros de Colegio se manifiestan en la misma
línea. Alguien ha querido hacerse famoso a costa del sufrimiento en el
Infierno de un hombre inocente. Y ahora, cuando aflora la verdad, todo
son pésames y dolores ajenos al linchamiento de Diego. El Diario El
Mundo publica una lista de e-mails con testimonios de pesar y pidiendo
perdón por el linchamiento ¿Y ahora que?. ¿Cómo es posible que médicos
en ejercicio con la ayuda de Periodistas mal informados, líen la que
han liado?.
Con todo ello el problema es que esto le puede pasar a cualquier
padre que necesite llevar a su hijo a Urgencias. Asegúrate de que tu
hijo no lleva un rasponazo que no puedas explicar porque te puede caer
la del pulpo. Y ahora, ya sabéis el siguiente paso. Las cadenas
comerciales de TV, en esa deshonesta guerra por las audiencias, pagarán
lo que haga falta para que los responsables de este linchamiento
general se expliquen en sus truculentos y mal llamados “Programas del
Corazón”. Y nosotros asistiremos a ellos con cara de “ya lo decía yo”,
haciendo con nuestra audiencia que ganen dinero a costa del sufrimiento
de los demás. Hasta que en este País no nos demos cuenta de lo baratos
que salen los linchamientos, España no se convertirá en un País serio.
No creo que a Diego le sirva de nada que los responsables de su
infierno acaben en la Cárcel pero merecérselo, se lo merecen, por
bocazas y mal intencionados.
1º.- Diego acompaña a la hija de su compañera, en presencia de la hermana de su pareja, hasta un Centro de Salud de Arona porque la niña manifiesta haberse caído de un columpio y dice dolerle mucho la cabeza. El médico que la atiende le dice a Diego que, tras el tratamiento que le ha dado, la niña estará corriendo en no más de 2 o 3 días. La niña sigue yendo al colegio donde cuenta a compañeros y profesores lo que le ha pasado y se lo cuenta también a su madre y padre biológicos.
2º.- Cinco días después del accidente, la niña empeora. Diego trata por todos los medios de reanimarla con masajes cardio-pulmonares y boca a boca. Al ver que no responde la traslada a Urgencias del Hospital más cercano. Aitana entra en parada cardio-respiratoria y pasa a UVI con pronóstico muy grave, temiéndose por su vida. Los médicos que la atienden observan distintas marcas en su cuerpo y deducen que son debidas a quemaduras intencionadas. Denuncian ante la Guardia Civil y Diego es detenido. Aitana fallece 2 días después. Se elabora un informe médico en que se hace constar que la niña ha sufrido violación y quemaduras. Mientras, Diego sigue detenido y jurando que el no ha hecho nada malo.
3º.- Tras el fallecimiento de Aitana y estando el caso en manos del Juzgado, se ordena la preceptiva autopsia. El estudio del cadáver no deja lugar a ninguna duda e indica que, las presuntas quemaduras son de origen alérgico a una crema que se le estaba administrando. No sufre ninguna lesión que se pueda corresponder con una violación. Los hematomas se deben a las maniobras de reanimación de Diego, los desgarros se explican por la manipulación intestinal que se le realizó en el Hospital y la causa final de la muerte se debe a un edema cerebral causado por un fuerte golpe en la cabeza hacía unos 4 o 5 días. Todos estos extremos, manifiesta el Juez encargado del caso, se corresponden con los testimonios de acusado y demás familiares y amigos de la niña fallecida. Automáticamente, Diego queda en libertad sin cargos y sin fianza.
¿Qué hemos hecho?. ¿Qué clase de reflexión puede hacerse en estos casos?. La histérica reacción de unos médicos dudosamente profesionales está en el fondo y explicación del problema. A la niña, no se le hace ni una mala radiografía para diagnosticas las causas de su estado. Diego jura y perjura que existe una caída de un columpio y hay testigos de ello. Que no existen tales quemaduras. Que la niña se ha venido quejando de fuertes dolores de cabeza y mareos pero que ha hecho vida normal y que el la quiere como hija propia y así la ha tratado. Nadie le cree a pesar de que la madre y el padre biológicos además de sus tías, profesoras y compañeros de Colegio se manifiestan en la misma línea. Alguien ha querido hacerse famoso a costa del sufrimiento en el Infierno de un hombre inocente. Y ahora, cuando aflora la verdad, todo son pésames y dolores ajenos al linchamiento de Diego. El Diario El Mundo publica una lista de e-mails con testimonios de pesar y pidiendo perdón por el linchamiento ¿Y ahora que?. ¿Cómo es posible que médicos en ejercicio con la ayuda de Periodistas mal informados, líen la que han liado?.
Con todo ello el problema es que esto le puede pasar a cualquier padre que necesite llevar a su hijo a Urgencias. Asegúrate de que tu hijo no lleva un rasponazo que no puedas explicar porque te puede caer la del pulpo. Y ahora, ya sabéis el siguiente paso. Las cadenas comerciales de TV, en esa deshonesta guerra por las audiencias, pagarán lo que haga falta para que los responsables de este linchamiento general se expliquen en sus truculentos y mal llamados “Programas del Corazón”. Y nosotros asistiremos a ellos con cara de “ya lo decía yo”, haciendo con nuestra audiencia que ganen dinero a costa del sufrimiento de los demás. Hasta que en este País no nos demos cuenta de lo baratos que salen los linchamientos, España no se convertirá en un País serio. No creo que a Diego le sirva de nada que los responsables de su infierno acaben en la Cárcel pero merecérselo, se lo merecen, por bocazas y mal intencionados.