Miguel Morán Carretero, músico profesional y clarinetista
Con sólo seis años, por influencia materna y de la Banda de Música de Montijo, elige el clarinete como compañero de viaje. Con 9 años, ya, cursa ocho años de estudios en el Conservatorio de Montijo. Completa su formación en Cáceres y Badajoz, antes de pasar por prestigiosos Centros Musicales europeos.
Orgulloso de su estirpe y de sus raíces, pilares de su vida, no olvida las dificultades y esfuerzo iníciales hasta llegar al virtuosismo en sus actuaciones.
La Orquesta Opus 23 de Madrid le ficha durante 5 años. También, como clarinetista, la Orquesta de Extremadura. Toca en Orquestas internacionales y actúa en la producción de Hollywood, ”The Promise”.
En la actualidad dirige tres agrupaciones: la Sinfonietta Container, el Ensemble Extremeño de Clarinetes y la Banda Municipal de la Nava De Santiago, compaginando sus labores pedagógicas con la de intérprete de clarinete y director.

Puede presentarse:
Para los montijanos,.. A muchos les sonarán los hijos de Diego Carretero y Josefa Romano, y esa calle Huertecillas en la que tanto sufrieron, pero tan buenas anécdotas y vivencias les aportó en unos tiempos difíciles, que se acrecentaron por la muerte prematura del cabeza de familia. Una de las hijas, la cuarta de cinco hijos, es mi madre, Josefa Carretero. Ella, al igual que sus hermanos, tuvieron que luchar mucho para salir adelante con esa gran madre, que los lideraba. De ahí, de ese esfuerzo titánico, creo que viene la insistencia, la responsabilidad, la disciplina, pero sobretodo el amor profundo de madre que me ha transmitido en todo momento.
Para los poblanchinos... Mi vida, al igual que la de muchos montijanos, no se entiende sin nuestro pueblo vecino Puebla de la Calzada. Aunque siempre mi lugar de residencia ha sido Montijo, mi familia paterna, muchos amigos, mi familia política y, por ello mi mujer, son de Puebla. Seguro que muchos conocerán a los Moranes, o los de “la huerta la cañá”, como los recuerdan. Eran nueve hijos y un matrimonio de dos maravillosas personas, liderados por un hombre del que todo el mundo me habla, mi abuelo Ángel.
Mi padre, Miguel Morán, es una de esas personas que tienen un halo especial, por lo visto lo heredó de su padre. Es un apasionado de su trabajo, pero para mí es un apasionado de la vida. Me ha enseñado a ser mejor persona y a luchar por mis sueños hasta el final, como él ha hecho, trabajo, trabajo, trabajo y amor, mucho amor, y así, según él, todo llega en la vida.
Mis dos hermanos pequeños, Diego y Lucía, han sido otro de los pilares fundamentales para completar un HOGAR, en el que hemos VIVIDO, con todo lo que conlleva la palabra vida y la acción de disfrutarla, experimentarla, sufrirla, vamos...vivirla.
Y esa es una de mis premisas en el día a día, cuanto más experimentes y más vivas, más irradiarás a todos lo que te rodean y más preparado estarás para afrontar nuevos retos como los que se me presentan actualmente.
¿Y, actualmente, cuál es su familia?
Uno de esos retos, personales en este caso, es mi propia familia, el hogar que elegimos crear.
Mi mujer, Esther, es la persona con la que llevo prácticamente toda mi vida. Junto a ella me considero un tipo con suerte por tener cerca a una persona tan generosa. Saber que tu pareja te apoya incondicionalmente, te da equilibrio y confianza para seguir a por tus metas. Aunque nunca es lo que se merecen, yo intento disfrutar todo lo que puedo con ella y nuestra pequeña Martina, una artista de dos añitos con un salero y una vitalidad que me carga las pilas cuando están demasiado gastadas.
¿Qué le llevó a la música?
Mi madre. Ella es una fan absoluta de la Banda de Montijo y, recuerdo perfectamente, cómo con seis años estábamos viendo una de las procesiones en la esquina del actual Conservatorio, me empezó a engatusar con lo bonito del desfile en cuestión. En ese momento yo accedí, incluso, recuerdo que elegí mentalmente el instrumento, que como muchos saben es el clarinete.
Es curioso como los instrumentos tienen personalidades bastante definidas y, en muchos casos, es el propio instrumento el que te elige. Yo me vi reflejado con el sonido y la persona que lo tocaba y lo elegí, o... me eligió él.
¿En qué centros educativos estudió en Montijo?
Tuve la suerte de estudiar en el CP Padre Manjón y en el I.E.S Extremadura, desde aquí, quiero aprovechar para mandarle un abrazo a todos los que compartieron conmigo lecciones de vida en ambos centros.
¿Desde cuándo pertenece a la Banda de Música de Montijo Andrés Mena?
Es mi casa. Desde que empecé en la Academia llevo veinticuatro años siendo parte de este núcleo maravilloso y creo que, en todo este periodo, no he faltado a más de diez actuaciones. Siempre intento estar en todo lo que se organiza, porque es mucho lo que me ha dado la banda y, ahora, intento devolverle todo lo que sea posible para que, los chicos que vienen detrás y asisten a las clases de nuestra Escuela de Música “Pedro López”, entiendan lo importante que es para un músico profesional pertenecer a un colectivo de estas características y aún más en tu pueblo.
Siguiendo con su formación, ¿cuáles fueron sus primeros pasos?
Inicié mis estudios en la Academia de la Banda de Música con mi primo Diego Carretero, que ha sido mi compañero “fundamental” de batalla en todo el desarrollo, hasta llegar a ser ambos músicos profesionales.
En aquellos años di clase con el director del momento, Santiago Méndez y algunos músicos, como Francisco Javier, al que llamábamos cariñosamente el “fleky”, y del que guardo especial cariño por ser mi referente.
Estudió en el Conservatorio Profesional de Montijo, ¿Fueron relevantes esos años?
Con 9 años, realmente es un lujo tener la posibilidad de estudiar en tu pueblo en un Conservatorio Profesional. En aquellos años en los que la oferta formativa era mucho menos numerosa, sin esta oportunidad, no sería músico hoy, porque el oficio de mis padres era incompatible con el desplazamiento para estudiar fuera de Montijo.
En este centro estudié ocho años, en los que conocí a un grupo de profesores maravillosos. Nombraría a muchos pero, hacer mención especial a Agustín, que fue mi profesor de clarinete, en ese importante periodo de mi formación.
¿Otros centros en los que se formó?
Los últimos seis años de carrera he tenido la suerte de estudiar con dos grandísimos profesores de clarinete en los Conservatorios de Cáceres y Badajoz, los clarinetistas Alejandro Parejo y Alfonso Pineda. Ambos me han enseñado cuál es el camino hacia una música de calidad desde el respeto y el trabajo duro.
¿Tuvo obstáculos en sus primeros momentos laborales?
En mi caso se podría aplicar el dicho de “no hay mal que por bien no venga”. Tras un año duro de rehabilitación por una lesión facial provocada en un concierto, mis sueños de irme al extranjero se vieron truncados pero, gracias a mantenerme en Extremadura, conocí a dos personas que cambiaron mi trayectoria musical.
Uno de ellos fue el clarinetista canario, Cristo Barrios, que me dio la oportunidad de conocer los mejores centros musicales de Europa, como la Listz Academy en Budapest, la Sibelius Academy en Helsinki o el Conservatorio Superior de Amsterdam. Y, la otra persona que impactó en mi carrera, fue Andrés Salado, director que me fichó para su orquesta en Madrid, la Orquesta Opus 23.
Además de estos hitos importantes, he de decir que no sentí ese vacío que sienten muchos estudiantes, porque años atrás ya había comenzado una actividad laboral que hoy en día mantengo. Quiero expresar mi agradecimiento más especial a un gran amigo y musicazo montijano, que todos ustedes conocen y que me dio la oportunidad de iniciar mi carrera como pedagogo de todas las Escuelas en las que trabajo en Extremadura, además de darme la oportunidad de dirigir por primera vez una banda. Es mucho lo que le agradezco y lo que me ha enseñado Narciso Leo desde la tarima en la banda de Montijo y como gestor de Escuelas de Música.
Y es que mi carrera como intérprete, por supuesto que ha sido maravillosa y apasionante, era por lo que me levantaba cada día a echar infinitas horas a mi instrumento, pero una vez que he probado el mundo de la enseñanza, no puedo vivir sin la coexistencia de estos dos campos profesionales.
¿Qué le aporta la Banda Municipal de Música de La Nava de Santiago?
La palabra que se me viene a la cabeza es orgullo. La Banda de la Nava De Santiago es la materialización de lo que es el desarrollo cultural de su localidad y la evolución de lo que soy yo, como director musical, hoy en día.
Al igual que en la Banda de Montijo me he hecho como clarinetista en mis inicios, la Banda de la Nava ha sido mi conejillo de indias como director y como líder de una agrupación, utilizando la palabra líder desde el punto de vista más positivo, por supuesto.
Es mucho lo que les debo a todos los miembros que han pasado por sus filas, y, por supuesto, a mi compañero Narci desde su posición de director de la Escuela Municipal y profesor de los metales y percusionistas, todos ellos me han ayudado a desarrollar el nivel musical que tiene hoy en día esta maravillosa agrupación.
¿La Orquesta de Extremadura fue un gran salto en su carrera?
Siempre digo que es la madre de lo que soy como músico profesional. La mejor decisión que tomaron las instituciones de nuestra región y los responsables de la fundación Orquesta de Extremadura fue crear un programa educativo de orquesta, que nos brindó a los jóvenes extremeños tener la oportunidad de conocer el funcionamiento de la música de élite. Ha disparado el nivel de la música en Extremadura, sin ninguna duda.
Los cinco años que estuve en las filas de la orquesta joven como clarinetista me brindaron la oportunidad de tocar con la orquesta profesional en muchas citas importantes y fue el germen de todas las oportunidades más bestias fuera de Extremadura. Toda esa experiencia fue tan maravillosa que, regresar ahora desde el punto de vista de director, me hace estar igual de entusiasmado que en aquellos años como clarinetista.
El programa de prácticas como director asistente de la Orquesta Joven durará dos años y hemos sido cinco los seleccionados, entre directores de varias nacionalidades y mucho nivel. Espero tener oportunidad de dirigir a la orquesta, porque soy consciente de que será muy importante para mi proyección como director.
Ha sido miembro también de otras orquestas, ¿cuáles?
Como clarinetista he tocado durante cinco años en la orquesta Opus 23 de Madrid. Con esta orquesta he tocado principalmente en el Auditorio Nacional de Madrid, además de diferentes festivales importantes y grabar para RTVE y RNE.
En mi época de músico de Orquesta Joven, toqué en una orquesta internacional durante dos años en Hamburgo y con la Orquesta Joven de Málaga, en Francia.
¿Sus metas profesionales?
Llegar a dirigir una orquesta o banda profesional. Este es mi gran objetivo de vida que, es tan difícil alcanzarlo, que, simplemente, es un sueño. Lo que tengo claro es, que tengo que vivir día a día y persiguiendo objetivos menores que hagan que, en un futuro, haya un mínimo de posibilidades de aspirar a un puesto así.
¿Ha tenido otros trabajos?
Si, pero todos vinculados con mi profesión. He trabajado como invitado en diferentes agrupaciones como la Banda Municipal de Badajoz, y el trabajo más curioso fue la actuación como extra profesional en la producción de Hollywood “The Promise”, en la que compartí rodaje y escena con actorazos como Cristian Bale y Oscar Isaac. Una experiencia sorprendente conocer el mundo del cine a ese nivel, desde dentro.
¿Sus proyectos inmediatos?
Un objetivo muy cercano es el curso que haré en septiembre con la Orquesta de Extremadura. Hemos sido seleccionados seis directores jóvenes de toda España y yo, como único extremeño, siento una presión maravillosa, jajaja. En realidad es una oportunidad única de dirigir una orquesta profesional, y si es la de tú región, más especial aún.
Por otro lado, este año he ingresado en el Conservatorio Superior de Málaga para obtener la licenciatura en Dirección de Orquesta, este título me gustaría adquirirlo porque, aunque no es fundamental, abre puertas o, más bien, no te cierra algunas (titulitis).
Seguir disfrutando de las temporadas de conciertos con las tres agrupaciones que dirijo en la actualidad, la Sinfonietta Container, el Ensemble Extremeño de Clarinetes y la Banda Municipal de la Nava De Santiago. En Febrero del año que viene impartiré unas masterclass sobre la dirección de unas piezas contemporáneas en el Conservatorio Superior de Badajoz y, en este momento, estoy en negociaciones para realizar un proyecto en un gran teatro de Chile para el verano del 19 pero, aún está lejos y no quiero adelantar nada más, que da mala suerte.
¿Qué le gustaría conseguir?
Uno de los fantasmas en mi vida profesional es sin duda la impaciencia, por ahora, intento seguir disfrutando de la vida que he elegido al ritmo que necesito. Considero que cada persona tiene una forma de ser y una forma de vivir, y el éxito no radica en lo rápido en que llegas a tus objetivos, si no, en llegar. Para lograr esto, solo pido que, en los proyectos que trabajo, me sigan reinvitando. El artista vive de su buen hacer y el resultado es la reinvitación.
NOMBRE: Miguel Morán.
EDAD: 30 años.
NACIMIENTO: Badajoz.
ESTADO CIVIL: Casado.
RESIDENCIA: Montijo.
UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo, aunque Binibeca es mágico.
UN LUGAR PARA PERDERSE: La sierra.
UNA COMPAÑÍA: Mi familia y amigos.
UNA LECTURA:”El ruido Eterno”, por su mensaje.
UNA MÚSICA: Nocturnos de Chopin
UN HOBBY: Viajar.
UN SUEÑO: Llegar a viejo feliz.
Con sólo seis años, por influencia materna y de la Banda de Música de Montijo, elige el clarinete como compañero de viaje. Con 9 años, ya, cursa ocho años de estudios en el Conservatorio de Montijo. Completa su formación en Cáceres y Badajoz, antes de pasar por prestigiosos Centros Musicales europeos.
Orgulloso de su estirpe y de sus raíces, pilares de su vida, no olvida las dificultades y esfuerzo iníciales hasta llegar al virtuosismo en sus actuaciones.
La Orquesta Opus 23 de Madrid le ficha durante 5 años. También, como clarinetista, la Orquesta de Extremadura. Toca en Orquestas internacionales y actúa en la producción de Hollywood, ”The Promise”.
En la actualidad dirige tres agrupaciones: la Sinfonietta Container, el Ensemble Extremeño de Clarinetes y la Banda Municipal de la Nava De Santiago, compaginando sus labores pedagógicas con la de intérprete de clarinete y director.
Puede presentarse:
Para los montijanos,.. A muchos les sonarán los hijos de Diego Carretero y Josefa Romano, y esa calle Huertecillas en la que tanto sufrieron, pero tan buenas anécdotas y vivencias les aportó en unos tiempos difíciles, que se acrecentaron por la muerte prematura del cabeza de familia. Una de las hijas, la cuarta de cinco hijos, es mi madre, Josefa Carretero. Ella, al igual que sus hermanos, tuvieron que luchar mucho para salir adelante con esa gran madre, que los lideraba. De ahí, de ese esfuerzo titánico, creo que viene la insistencia, la responsabilidad, la disciplina, pero sobretodo el amor profundo de madre que me ha transmitido en todo momento.
Para los poblanchinos... Mi vida, al igual que la de muchos montijanos, no se entiende sin nuestro pueblo vecino Puebla de la Calzada. Aunque siempre mi lugar de residencia ha sido Montijo, mi familia paterna, muchos amigos, mi familia política y, por ello mi mujer, son de Puebla. Seguro que muchos conocerán a los Moranes, o los de “la huerta la cañá”, como los recuerdan. Eran nueve hijos y un matrimonio de dos maravillosas personas, liderados por un hombre del que todo el mundo me habla, mi abuelo Ángel.
Mi padre, Miguel Morán, es una de esas personas que tienen un halo especial, por lo visto lo heredó de su padre. Es un apasionado de su trabajo, pero para mí es un apasionado de la vida. Me ha enseñado a ser mejor persona y a luchar por mis sueños hasta el final, como él ha hecho, trabajo, trabajo, trabajo y amor, mucho amor, y así, según él, todo llega en la vida.
Mis dos hermanos pequeños, Diego y Lucía, han sido otro de los pilares fundamentales para completar un HOGAR, en el que hemos VIVIDO, con todo lo que conlleva la palabra vida y la acción de disfrutarla, experimentarla, sufrirla, vamos...vivirla.
Y esa es una de mis premisas en el día a día, cuanto más experimentes y más vivas, más irradiarás a todos lo que te rodean y más preparado estarás para afrontar nuevos retos como los que se me presentan actualmente.
¿Y, actualmente, cuál es su familia?
Uno de esos retos, personales en este caso, es mi propia familia, el hogar que elegimos crear.
Mi mujer, Esther, es la persona con la que llevo prácticamente toda mi vida. Junto a ella me considero un tipo con suerte por tener cerca a una persona tan generosa. Saber que tu pareja te apoya incondicionalmente, te da equilibrio y confianza para seguir a por tus metas. Aunque nunca es lo que se merecen, yo intento disfrutar todo lo que puedo con ella y nuestra pequeña Martina, una artista de dos añitos con un salero y una vitalidad que me carga las pilas cuando están demasiado gastadas.
¿Qué le llevó a la música?
Mi madre. Ella es una fan absoluta de la Banda de Montijo y, recuerdo perfectamente, cómo con seis años estábamos viendo una de las procesiones en la esquina del actual Conservatorio, me empezó a engatusar con lo bonito del desfile en cuestión. En ese momento yo accedí, incluso, recuerdo que elegí mentalmente el instrumento, que como muchos saben es el clarinete.
Es curioso como los instrumentos tienen personalidades bastante definidas y, en muchos casos, es el propio instrumento el que te elige. Yo me vi reflejado con el sonido y la persona que lo tocaba y lo elegí, o... me eligió él.
¿En qué centros educativos estudió en Montijo?
Tuve la suerte de estudiar en el CP Padre Manjón y en el I.E.S Extremadura, desde aquí, quiero aprovechar para mandarle un abrazo a todos los que compartieron conmigo lecciones de vida en ambos centros.
¿Desde cuándo pertenece a la Banda de Música de Montijo Andrés Mena?
Es mi casa. Desde que empecé en la Academia llevo veinticuatro años siendo parte de este núcleo maravilloso y creo que, en todo este periodo, no he faltado a más de diez actuaciones. Siempre intento estar en todo lo que se organiza, porque es mucho lo que me ha dado la banda y, ahora, intento devolverle todo lo que sea posible para que, los chicos que vienen detrás y asisten a las clases de nuestra Escuela de Música “Pedro López”, entiendan lo importante que es para un músico profesional pertenecer a un colectivo de estas características y aún más en tu pueblo.
Siguiendo con su formación, ¿cuáles fueron sus primeros pasos?
Inicié mis estudios en la Academia de la Banda de Música con mi primo Diego Carretero, que ha sido mi compañero “fundamental” de batalla en todo el desarrollo, hasta llegar a ser ambos músicos profesionales.
En aquellos años di clase con el director del momento, Santiago Méndez y algunos músicos, como Francisco Javier, al que llamábamos cariñosamente el “fleky”, y del que guardo especial cariño por ser mi referente.
Estudió en el Conservatorio Profesional de Montijo, ¿Fueron relevantes esos años?
Con 9 años, realmente es un lujo tener la posibilidad de estudiar en tu pueblo en un Conservatorio Profesional. En aquellos años en los que la oferta formativa era mucho menos numerosa, sin esta oportunidad, no sería músico hoy, porque el oficio de mis padres era incompatible con el desplazamiento para estudiar fuera de Montijo.
En este centro estudié ocho años, en los que conocí a un grupo de profesores maravillosos. Nombraría a muchos pero, hacer mención especial a Agustín, que fue mi profesor de clarinete, en ese importante periodo de mi formación.
¿Otros centros en los que se formó?
Los últimos seis años de carrera he tenido la suerte de estudiar con dos grandísimos profesores de clarinete en los Conservatorios de Cáceres y Badajoz, los clarinetistas Alejandro Parejo y Alfonso Pineda. Ambos me han enseñado cuál es el camino hacia una música de calidad desde el respeto y el trabajo duro.
¿Tuvo obstáculos en sus primeros momentos laborales?
En mi caso se podría aplicar el dicho de “no hay mal que por bien no venga”. Tras un año duro de rehabilitación por una lesión facial provocada en un concierto, mis sueños de irme al extranjero se vieron truncados pero, gracias a mantenerme en Extremadura, conocí a dos personas que cambiaron mi trayectoria musical.
Uno de ellos fue el clarinetista canario, Cristo Barrios, que me dio la oportunidad de conocer los mejores centros musicales de Europa, como la Listz Academy en Budapest, la Sibelius Academy en Helsinki o el Conservatorio Superior de Amsterdam. Y, la otra persona que impactó en mi carrera, fue Andrés Salado, director que me fichó para su orquesta en Madrid, la Orquesta Opus 23.
Además de estos hitos importantes, he de decir que no sentí ese vacío que sienten muchos estudiantes, porque años atrás ya había comenzado una actividad laboral que hoy en día mantengo. Quiero expresar mi agradecimiento más especial a un gran amigo y musicazo montijano, que todos ustedes conocen y que me dio la oportunidad de iniciar mi carrera como pedagogo de todas las Escuelas en las que trabajo en Extremadura, además de darme la oportunidad de dirigir por primera vez una banda. Es mucho lo que le agradezco y lo que me ha enseñado Narciso Leo desde la tarima en la banda de Montijo y como gestor de Escuelas de Música.
Y es que mi carrera como intérprete, por supuesto que ha sido maravillosa y apasionante, era por lo que me levantaba cada día a echar infinitas horas a mi instrumento, pero una vez que he probado el mundo de la enseñanza, no puedo vivir sin la coexistencia de estos dos campos profesionales.
¿Qué le aporta la Banda Municipal de Música de La Nava de Santiago?
La palabra que se me viene a la cabeza es orgullo. La Banda de la Nava De Santiago es la materialización de lo que es el desarrollo cultural de su localidad y la evolución de lo que soy yo, como director musical, hoy en día.
Al igual que en la Banda de Montijo me he hecho como clarinetista en mis inicios, la Banda de la Nava ha sido mi conejillo de indias como director y como líder de una agrupación, utilizando la palabra líder desde el punto de vista más positivo, por supuesto.
Es mucho lo que les debo a todos los miembros que han pasado por sus filas, y, por supuesto, a mi compañero Narci desde su posición de director de la Escuela Municipal y profesor de los metales y percusionistas, todos ellos me han ayudado a desarrollar el nivel musical que tiene hoy en día esta maravillosa agrupación.
¿La Orquesta de Extremadura fue un gran salto en su carrera?
Siempre digo que es la madre de lo que soy como músico profesional. La mejor decisión que tomaron las instituciones de nuestra región y los responsables de la fundación Orquesta de Extremadura fue crear un programa educativo de orquesta, que nos brindó a los jóvenes extremeños tener la oportunidad de conocer el funcionamiento de la música de élite. Ha disparado el nivel de la música en Extremadura, sin ninguna duda.
Los cinco años que estuve en las filas de la orquesta joven como clarinetista me brindaron la oportunidad de tocar con la orquesta profesional en muchas citas importantes y fue el germen de todas las oportunidades más bestias fuera de Extremadura. Toda esa experiencia fue tan maravillosa que, regresar ahora desde el punto de vista de director, me hace estar igual de entusiasmado que en aquellos años como clarinetista.
El programa de prácticas como director asistente de la Orquesta Joven durará dos años y hemos sido cinco los seleccionados, entre directores de varias nacionalidades y mucho nivel. Espero tener oportunidad de dirigir a la orquesta, porque soy consciente de que será muy importante para mi proyección como director.
Ha sido miembro también de otras orquestas, ¿cuáles?
Como clarinetista he tocado durante cinco años en la orquesta Opus 23 de Madrid. Con esta orquesta he tocado principalmente en el Auditorio Nacional de Madrid, además de diferentes festivales importantes y grabar para RTVE y RNE.
En mi época de músico de Orquesta Joven, toqué en una orquesta internacional durante dos años en Hamburgo y con la Orquesta Joven de Málaga, en Francia.
¿Sus metas profesionales?
Llegar a dirigir una orquesta o banda profesional. Este es mi gran objetivo de vida que, es tan difícil alcanzarlo, que, simplemente, es un sueño. Lo que tengo claro es, que tengo que vivir día a día y persiguiendo objetivos menores que hagan que, en un futuro, haya un mínimo de posibilidades de aspirar a un puesto así.
¿Ha tenido otros trabajos?
Si, pero todos vinculados con mi profesión. He trabajado como invitado en diferentes agrupaciones como la Banda Municipal de Badajoz, y el trabajo más curioso fue la actuación como extra profesional en la producción de Hollywood “The Promise”, en la que compartí rodaje y escena con actorazos como Cristian Bale y Oscar Isaac. Una experiencia sorprendente conocer el mundo del cine a ese nivel, desde dentro.
¿Sus proyectos inmediatos?
Un objetivo muy cercano es el curso que haré en septiembre con la Orquesta de Extremadura. Hemos sido seleccionados seis directores jóvenes de toda España y yo, como único extremeño, siento una presión maravillosa, jajaja. En realidad es una oportunidad única de dirigir una orquesta profesional, y si es la de tú región, más especial aún.
Por otro lado, este año he ingresado en el Conservatorio Superior de Málaga para obtener la licenciatura en Dirección de Orquesta, este título me gustaría adquirirlo porque, aunque no es fundamental, abre puertas o, más bien, no te cierra algunas (titulitis).
Seguir disfrutando de las temporadas de conciertos con las tres agrupaciones que dirijo en la actualidad, la Sinfonietta Container, el Ensemble Extremeño de Clarinetes y la Banda Municipal de la Nava De Santiago. En Febrero del año que viene impartiré unas masterclass sobre la dirección de unas piezas contemporáneas en el Conservatorio Superior de Badajoz y, en este momento, estoy en negociaciones para realizar un proyecto en un gran teatro de Chile para el verano del 19 pero, aún está lejos y no quiero adelantar nada más, que da mala suerte.
¿Qué le gustaría conseguir?
Uno de los fantasmas en mi vida profesional es sin duda la impaciencia, por ahora, intento seguir disfrutando de la vida que he elegido al ritmo que necesito. Considero que cada persona tiene una forma de ser y una forma de vivir, y el éxito no radica en lo rápido en que llegas a tus objetivos, si no, en llegar. Para lograr esto, solo pido que, en los proyectos que trabajo, me sigan reinvitando. El artista vive de su buen hacer y el resultado es la reinvitación.
NOMBRE: Miguel Morán.
EDAD: 30 años.
NACIMIENTO: Badajoz.
ESTADO CIVIL: Casado.
RESIDENCIA: Montijo.
UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo, aunque Binibeca es mágico.
UN LUGAR PARA PERDERSE: La sierra.
UNA COMPAÑÍA: Mi familia y amigos.
UNA LECTURA:”El ruido Eterno”, por su mensaje.
UNA MÚSICA: Nocturnos de Chopin
UN HOBBY: Viajar.
UN SUEÑO: Llegar a viejo feliz.