No te creas lo que piensas
Seguramente, a lo largo de los últimos días, te has encontrado pensando que alguna tarea concreta no se te da bien y la has dejado. O has visto como otras personas consiguen el éxito mientras tú lo intentas una y otra vez sin lograr nada... y has caído en la tentación de compararte con ellas. Quizás no entiendes como hay gente que siempre ve oportunidades donde tú ves claramente que hay montones de problemas. Situaciones todas ellas en la que los verdaderos protagonistas son tus pensamientos, es decir, esas palabras que vienen a nuestra mente ante un reto y que dirigen nuestra vida en un sentido o en otro. Porque no es lo mismo pensar “Yo no puedo hacerlo” que plantearse “¿Qué tengo que hacer para conseguirlo?”. El enfoque es radicalmente opuesto, ¿verdad?. El primero te paraliza y el segundo te pone en acción para alcanzarlo. En muchos casos la dificultad para encontrar soluciones ante un problema se debe a lo que pasa en nuestra mente, pues bloquea todas las opciones que podrían llevarnos a la solución. Realmente, es un proceso muy curioso.
Lo cierto es que en la historia de la humanidad aparecen cientos de personas con nombre propio que han conseguido que avancemos en aspectos inimaginables, desafiando la sensatez, la prudencia, las críticas, la tradición y hasta la gravedad. Jugándose el prestigio, la libertad y la vida si hacía falta. Gracias a ellos volamos en avión por todo el mundo, se han erradicado enfermedades que eran mortales, podemos visitar construcciones grandiosas, tenemos el mundo entero en una pantalla, escuchamos composiciones espectaculares... Quizás tenía razón quien dijo aquello de que nada es verdad ni mentira, pues todo depende del color del cristal con que se mira. Es decir, que la realidad que defendemos cada uno no es más que la imagen que hemos construido, partiendo de nuestras experiencias o de lo que nos han contado. En ese caso, es mejor sin duda estar en la mente de esos inventores, científicos y descubridores, cuyo pensamiento les anima siempre a seguir, a intentarlo una vez más, a dar otra vuelta de tuerca, a estrujarse el cerebro buscando nuevos caminos. Admiro profundamente a esas personas que han logrado construir la realidad que habían soñado.
No te creas lo que piensas. Esas primeras palabras que vienen a tu cabeza cuando tienes un reto por delante, si es que son palabras de desánimo. No las escuches, cambia esos pensamientos automáticos por otros que que te ayuden a crecer y a avanzar. A ti y a las personas que tienes a tu alrededor. Si lo consigues, agarra fuerte esos pensamientos y no lo sueltes, porque serán tus mejores aliados. Quien consigue que su mente trabaje a su favor está construyendo un futuro mejor.
Elisa Martin, periodista y coach certificada
Seguramente, a lo largo de los últimos días, te has encontrado pensando que alguna tarea concreta no se te da bien y la has dejado. O has visto como otras personas consiguen el éxito mientras tú lo intentas una y otra vez sin lograr nada... y has caído en la tentación de compararte con ellas. Quizás no entiendes como hay gente que siempre ve oportunidades donde tú ves claramente que hay montones de problemas. Situaciones todas ellas en la que los verdaderos protagonistas son tus pensamientos, es decir, esas palabras que vienen a nuestra mente ante un reto y que dirigen nuestra vida en un sentido o en otro. Porque no es lo mismo pensar “Yo no puedo hacerlo” que plantearse “¿Qué tengo que hacer para conseguirlo?”. El enfoque es radicalmente opuesto, ¿verdad?. El primero te paraliza y el segundo te pone en acción para alcanzarlo. En muchos casos la dificultad para encontrar soluciones ante un problema se debe a lo que pasa en nuestra mente, pues bloquea todas las opciones que podrían llevarnos a la solución. Realmente, es un proceso muy curioso.
Lo cierto es que en la historia de la humanidad aparecen cientos de personas con nombre propio que han conseguido que avancemos en aspectos inimaginables, desafiando la sensatez, la prudencia, las críticas, la tradición y hasta la gravedad. Jugándose el prestigio, la libertad y la vida si hacía falta. Gracias a ellos volamos en avión por todo el mundo, se han erradicado enfermedades que eran mortales, podemos visitar construcciones grandiosas, tenemos el mundo entero en una pantalla, escuchamos composiciones espectaculares... Quizás tenía razón quien dijo aquello de que nada es verdad ni mentira, pues todo depende del color del cristal con que se mira. Es decir, que la realidad que defendemos cada uno no es más que la imagen que hemos construido, partiendo de nuestras experiencias o de lo que nos han contado. En ese caso, es mejor sin duda estar en la mente de esos inventores, científicos y descubridores, cuyo pensamiento les anima siempre a seguir, a intentarlo una vez más, a dar otra vuelta de tuerca, a estrujarse el cerebro buscando nuevos caminos. Admiro profundamente a esas personas que han logrado construir la realidad que habían soñado.
No te creas lo que piensas. Esas primeras palabras que vienen a tu cabeza cuando tienes un reto por delante, si es que son palabras de desánimo. No las escuches, cambia esos pensamientos automáticos por otros que que te ayuden a crecer y a avanzar. A ti y a las personas que tienes a tu alrededor. Si lo consigues, agarra fuerte esos pensamientos y no lo sueltes, porque serán tus mejores aliados. Quien consigue que su mente trabaje a su favor está construyendo un futuro mejor.
Elisa Martin, periodista y coach certificada