Estuvimos, lo vimos y lo vivimos
Ayer viernes fueron clausuradas
las IX Jornadas de Historia de Montijo. Han sido diecisiete días apasionantes
en los que siete doctores en Historia, Arqueología, Filología Clásica, Filología
Hispana e Historia del Arte (dos de ellos académicos de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de
las Letras y las Artes); tres licenciados en Historia (dos de ellos profesores
de la UEX y la UNED), un licenciado en
Ciencias Políticas, dos investigadores y un escritor de novela histórica, han
aportado, a través de sus conocimientos e investigaciones, nuevos datos en la
construcción de la aún todavía inacaba Historia de Montijo y los pueblos de su
comarca.
La asistencia ha sobrepasado las
mil personas. Basta con observar las fotografías que día a día se han ido
insertando en la web de Crónicas de un Pueblo. Las actividades paralelas:
exposición sobre San José de Morante, conferencia de Tomás Martín Tamayo y
concierto de música barroca han sido, a juicio del público, un éxito.
Como Coordinador del Comité
Organizador, agradezco, lo hice anoche en la clausura, a quienes me designaron
para coordinar esta nueva edición de nuestras Jornadas.
Permítanme que ahora escriba “gracias”.
Gracias a las instituciones (CPR), ponentes, profesionales, colaboradores,
medios de comunicación, muy especialmente los de esta casa, y asistentes. Muchas
personas han acudido todas las noches a la Sala Centinela. Gracias por la
fidelidad.
Destaco el carácter reivindicativo
de las Jornadas, ya se hizo en la anterior edición: La construcción de un
Centro de Interpretación en la villa romana de Torre Águila, y que sea devuelto
por la Junta de
Extremadura, lo que es del pueblo de Montijo, patrimonio de todos los
montijanos: el cuadro que estaba en la Comunidad de Labradores, pintado por Adelardo
Covarsí.
El objetivo de las Jornadas creo
que lo hemos cumplido: dar a conocer nuestro pasado, nuestros orígenes, de lo
que fuimos y de lo que hicimos. Mañana domingo, un grupo cercano a cuarenta
personas, disfrutaremos con un viaje cultural a Sevilla. El barroco del Museo
de Bellas Artes y el Hospital de la
Caridad son los centros de interés de este viaje.
Diecisiete intensos días en los
que hemos recordado, analizado, estudiado y conocido la vida, obra y tiempo
(siglos XVI-XVII) del historiador Bernabé Moreno de Vargas, a través de cinco
ponencias. Sobre su figura pienso que hemos hecho justicia, tributándole un
merecido homenaje.
Estuvimos, lo vimos y lo vivimos. “La Historia… testigo de los
tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de
la antigüedad”.
Ayer viernes fueron clausuradas las IX Jornadas de Historia de Montijo. Han sido diecisiete días apasionantes en los que siete doctores en Historia, Arqueología, Filología Clásica, Filología Hispana e Historia del Arte (dos de ellos académicos de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes); tres licenciados en Historia (dos de ellos profesores de la UEX y la UNED), un licenciado en Ciencias Políticas, dos investigadores y un escritor de novela histórica, han aportado, a través de sus conocimientos e investigaciones, nuevos datos en la construcción de la aún todavía inacaba Historia de Montijo y los pueblos de su comarca.
La asistencia ha sobrepasado las mil personas. Basta con observar las fotografías que día a día se han ido insertando en la web de Crónicas de un Pueblo. Las actividades paralelas: exposición sobre San José de Morante, conferencia de Tomás Martín Tamayo y concierto de música barroca han sido, a juicio del público, un éxito.
Como Coordinador del Comité Organizador, agradezco, lo hice anoche en la clausura, a quienes me designaron para coordinar esta nueva edición de nuestras Jornadas.
Permítanme que ahora escriba “gracias”. Gracias a las instituciones (CPR), ponentes, profesionales, colaboradores, medios de comunicación, muy especialmente los de esta casa, y asistentes. Muchas personas han acudido todas las noches a la Sala Centinela. Gracias por la fidelidad.
Destaco el carácter reivindicativo de las Jornadas, ya se hizo en la anterior edición: La construcción de un Centro de Interpretación en la villa romana de Torre Águila, y que sea devuelto por la Junta de Extremadura, lo que es del pueblo de Montijo, patrimonio de todos los montijanos: el cuadro que estaba en la Comunidad de Labradores, pintado por Adelardo Covarsí.
El objetivo de las Jornadas creo que lo hemos cumplido: dar a conocer nuestro pasado, nuestros orígenes, de lo que fuimos y de lo que hicimos. Mañana domingo, un grupo cercano a cuarenta personas, disfrutaremos con un viaje cultural a Sevilla. El barroco del Museo de Bellas Artes y el Hospital de la Caridad son los centros de interés de este viaje.
Diecisiete intensos días en los que hemos recordado, analizado, estudiado y conocido la vida, obra y tiempo (siglos XVI-XVII) del historiador Bernabé Moreno de Vargas, a través de cinco ponencias. Sobre su figura pienso que hemos hecho justicia, tributándole un merecido homenaje.
Estuvimos, lo vimos y lo vivimos. “La Historia… testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad”.





















