La operación se inicio cuando el representante antifraude de una compañía aseguradora, denunció las presuntas irregularidades de un taller de chapa y pintura, por el “maquillaje” de los daños materiales producidos en el siniestro de vehículos.  Estos eran aumentados con el fin de que el valor de la indemnización a pagar por las compañías aseguradoras fuera superior.

Durante  el desarrollo de la investigación y tras la comprobación de las peritaciones efectuadas a los vehículos siniestrados y las facturas presentadas por el taller a las compañías aseguradoras, el  GIAT (Grupo de Investigación y Análisis del Sector de Trafico de la Guardia Civil de Extremadura), averiguó como este establecimiento declaraba más daños de los que realmente se produjeron en los siniestros, todo ello con la intención de defraudar a los seguros y obtener un mayor beneficio.

De esta forma, el taller estafó a las compañías aseguradoras unos 9.000 euros, solo con la reparación de 8 vehículos accidentados.

 Las diligencias con la detención son puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Villanueva de la Serena.