APAG EXTREMADURA ASAJA pide que se activen medidas contra el tronchaespiga y los daños de la nevada en la Campiña Sur
APAG EXTREMADURA ASAJA ha mantenido una reunión con los máximos responsables de la Dirección General de Agricultura y Ganadería y con la de Medio Ambiente para abordar dos temas fundamentales que están causando un grave perjuicio desde el punto de vista agrario en la zona de la Campiña Sur de la provincia de Badajoz.
En
primer lugar se abordó la incidencia del tronchaespiga, el insecto del cultivo
del cereal, que está produciendo un grave problema a los agricultores de la
zona. Estos piden que se tramite de manera excepcional -al considerarse un
grave problema fitosanitario- la quema de rastrojos controlada en las zonas
afectadas, a primeros del mes de septiembre. El objetivo es que sus cosechas no
se van disminuidas y gravemente perjudicadas por la presencia de esta plaga,
que es la segunda en poco tiempo que perjudica gravemente a esta zona.
De esta
manera, APAG EXTREMADURA ASAJA ha pedido que, respetando la legalidad, la administración busque la manera de poder
autorizar dicha quema, siempre y cuando los informes oficiales que se realicen
en la zona por parte de los técnicos de la Dirección de Agricultura y Ganadería
certifiquen la gravedad del problema fitosanitario.
Tanto
Enrique Julián, Director General de Medio Ambiente, como Jesús Barrios,
Director General de Agricultura y Ganadería, se han comprometido a estudiar,
cada uno dentro de sus competencias, esta posibilidad, (autorizar las quemas de
rastrojos controlados y adelantar a septiembre las mismas). Hay que tener en
cuenta además que este año ha sido muy lluvioso y, en principio, el riesgo de
incendios para esa época del año es mínimo.
Los
dirigentes de la Consejería de Agricultura también se han mostrado
sensibilizados para intentar aplicar, en la medida de sus posibilidades, las actuaciones
necesarias para mitigar los graves daños que se produjeron en la zona de la
Campiña Sur el pasado mes de febrero a consecuencia de la nevada, la más
importante en los últimos 30 años. Las localidades más afectadas fueron las de
Azuaga, Malcocinado, Trasierra, etc.
Los
daños que se produjeron fueron sobre todo desgarramientos y roturas de las
ramas principales y secundarias de la zona de dehesa y en zonas de olivar. Por
eso, se ha pedido que se solicite, en primer lugar, una prórroga en el plazo de
poda de las encinas. En este sentido, el Director General de Medio Ambiente ha
confirmado a esta organización que la concedería sin problemas para las
parcelas afectadas. Además, se ha pedido la exención de tasas para la poda de
éstas, prioridad para los afectados a la hora de solicitar la recién estrenada
ayuda para la mejora y regeneración de los terrenos de dehesa, así como que en
estos terrenos se permita el pastoreo para controlar las malas hierbas, o la
exención del IBI rústico y las tasas de guardería rural.
Por último, también se pide
a la administración regional que se eliminen los restos de ramas de los olivos
caídos al suelo, en las parcelas que se encuentran abandonadas, para la no
propagación del barrenillo del olivo, ya que estos restos son el reservorio de
esta plaga y la no destrucción de los mismos puede provocar al año que viene una gran
incidencia de la misma en las parcelas de los verdaderos agricultores, que sí
las cuidan.
En primer lugar se abordó la incidencia del tronchaespiga, el insecto del cultivo del cereal, que está produciendo un grave problema a los agricultores de la zona. Estos piden que se tramite de manera excepcional -al considerarse un grave problema fitosanitario- la quema de rastrojos controlada en las zonas afectadas, a primeros del mes de septiembre. El objetivo es que sus cosechas no se van disminuidas y gravemente perjudicadas por la presencia de esta plaga, que es la segunda en poco tiempo que perjudica gravemente a esta zona.
De esta manera, APAG EXTREMADURA ASAJA ha pedido que, respetando la legalidad, la administración busque la manera de poder autorizar dicha quema, siempre y cuando los informes oficiales que se realicen en la zona por parte de los técnicos de la Dirección de Agricultura y Ganadería certifiquen la gravedad del problema fitosanitario.
Tanto Enrique Julián, Director General de Medio Ambiente, como Jesús Barrios, Director General de Agricultura y Ganadería, se han comprometido a estudiar, cada uno dentro de sus competencias, esta posibilidad, (autorizar las quemas de rastrojos controlados y adelantar a septiembre las mismas). Hay que tener en cuenta además que este año ha sido muy lluvioso y, en principio, el riesgo de incendios para esa época del año es mínimo.
Los dirigentes de la Consejería de Agricultura también se han mostrado sensibilizados para intentar aplicar, en la medida de sus posibilidades, las actuaciones necesarias para mitigar los graves daños que se produjeron en la zona de la Campiña Sur el pasado mes de febrero a consecuencia de la nevada, la más importante en los últimos 30 años. Las localidades más afectadas fueron las de Azuaga, Malcocinado, Trasierra, etc.
Los daños que se produjeron fueron sobre todo desgarramientos y roturas de las ramas principales y secundarias de la zona de dehesa y en zonas de olivar. Por eso, se ha pedido que se solicite, en primer lugar, una prórroga en el plazo de poda de las encinas. En este sentido, el Director General de Medio Ambiente ha confirmado a esta organización que la concedería sin problemas para las parcelas afectadas. Además, se ha pedido la exención de tasas para la poda de éstas, prioridad para los afectados a la hora de solicitar la recién estrenada ayuda para la mejora y regeneración de los terrenos de dehesa, así como que en estos terrenos se permita el pastoreo para controlar las malas hierbas, o la exención del IBI rústico y las tasas de guardería rural.
Por último, también se pide a la administración regional que se eliminen los restos de ramas de los olivos caídos al suelo, en las parcelas que se encuentran abandonadas, para la no propagación del barrenillo del olivo, ya que estos restos son el reservorio de esta plaga y la no destrucción de los mismos puede provocar al año que viene una gran incidencia de la misma en las parcelas de los verdaderos agricultores, que sí las cuidan.