El 14 de noviembre, Huelga General
La austeridad no funciona. Cae la actividad económica, crece el
desempleo, el paro juvenil cobra tintes dramáticos, se deteriora el modelo
social, los derechos laborales y sociales se reducen. Las políticas de ajuste
practicadas por los sucesivos gobiernos están sumiendo al país en una situación
alarmante. Situación que se ha visto agravada desde la llegada del PP al poder. El nuevo Gobierno
ha venido aplicando unas políticas que son profundamente antieconómicas y
antisociales y se han adoptado pese a que no figuraban en su programa
electoral, con lo que se está cometiendo un flagrante fraude democrático; además han sido ocultadas, cuando no negadas,
a la ciudadanía hasta el mismo momento de su aprobación.
En este tiempo se ha impuesto una nueva reforma laboral; se han empezado
a sufrir las consecuencias de su aplicación con un incremento exponencial de
ERE y la consiguiente destrucción de empleo y aumento de la conflictividad; se
ha iniciado el copago sanitario; se han acentuado los recortes en sanidad,
servicios sociales y dependencia, en educación y en I+D+i; se han reducido
radicalmente los recursos destinados a cooperación al desarrollo.
Se ha incrementado la presión impositiva indirecta (IVA) de manera que
las rentas más bajas han sido las más perjudicadas, cuando al mismo tiempo
decretaban una amnistía fiscal; se ha pedido el rescate de la banca
transfiriendo su coste al conjunto de la ciudadanía; el 13 de julio se aprobó
un decreto por el cual se vuelve a recortar el salario y el empleo en el sector
público, se vuelve a recortar la atención a la dependencia, se recortan las
prestaciones por desempleo, se privatiza el transporte ferroviario, se
liberalizan los horarios comerciales,... Y más recientemente el Gobierno ha
aprobado un proyecto de Reforma Educativa de marcado carácter conservador y
confesional que junto a los recortes en plantillas y recursos, amenaza con
retrotraer a nuestro sistema educativo a la década de los setenta, cuando la
calidad de nuestro sistema era pésima y había una clara segregación clasista
que apartaba a los hijos de las capas más humildes de la población de la
posibilidad de acceder a estudios superiores.
Muchos estamos convencidos de que son posibles otras políticas más
sociales, de que la carga debe repartirse más. Entre otras cosas, tiene que
reducirse el fraude fiscal y laboral, han de aumentarse los ingresos por
imposición directa, via IRPF, impuesto de sociedades e impuesto de Sucesiones.
No podemos consentir que el presidente del gobierno cargue el prestigio de
España sobre los hombros de los trabajadores, mientras que los gerentes de
BANKIA siguen sin responder de sus acciones.
Por eso, el 14 de noviembre, Huelga General. Es cosa de todos
La austeridad no funciona. Cae la actividad económica, crece el desempleo, el paro juvenil cobra tintes dramáticos, se deteriora el modelo social, los derechos laborales y sociales se reducen. Las políticas de ajuste practicadas por los sucesivos gobiernos están sumiendo al país en una situación alarmante. Situación que se ha visto agravada desde la llegada del PP al poder. El nuevo Gobierno ha venido aplicando unas políticas que son profundamente antieconómicas y antisociales y se han adoptado pese a que no figuraban en su programa electoral, con lo que se está cometiendo un flagrante fraude democrático; además han sido ocultadas, cuando no negadas, a la ciudadanía hasta el mismo momento de su aprobación.
En este tiempo se ha impuesto una nueva reforma laboral; se han empezado a sufrir las consecuencias de su aplicación con un incremento exponencial de ERE y la consiguiente destrucción de empleo y aumento de la conflictividad; se ha iniciado el copago sanitario; se han acentuado los recortes en sanidad, servicios sociales y dependencia, en educación y en I+D+i; se han reducido radicalmente los recursos destinados a cooperación al desarrollo.
Se ha incrementado la presión impositiva indirecta (IVA) de manera que las rentas más bajas han sido las más perjudicadas, cuando al mismo tiempo decretaban una amnistía fiscal; se ha pedido el rescate de la banca transfiriendo su coste al conjunto de la ciudadanía; el 13 de julio se aprobó un decreto por el cual se vuelve a recortar el salario y el empleo en el sector público, se vuelve a recortar la atención a la dependencia, se recortan las prestaciones por desempleo, se privatiza el transporte ferroviario, se liberalizan los horarios comerciales,... Y más recientemente el Gobierno ha aprobado un proyecto de Reforma Educativa de marcado carácter conservador y confesional que junto a los recortes en plantillas y recursos, amenaza con retrotraer a nuestro sistema educativo a la década de los setenta, cuando la calidad de nuestro sistema era pésima y había una clara segregación clasista que apartaba a los hijos de las capas más humildes de la población de la posibilidad de acceder a estudios superiores.
Muchos estamos convencidos de que son posibles otras políticas más sociales, de que la carga debe repartirse más. Entre otras cosas, tiene que reducirse el fraude fiscal y laboral, han de aumentarse los ingresos por imposición directa, via IRPF, impuesto de sociedades e impuesto de Sucesiones. No podemos consentir que el presidente del gobierno cargue el prestigio de España sobre los hombros de los trabajadores, mientras que los gerentes de BANKIA siguen sin responder de sus acciones.
Por eso, el 14 de noviembre, Huelga General. Es cosa de todos




















